El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona oeste de Buenos Aires, sobre la base de los precios estimados a cosecha 2012, para girasol, maíz, soja y trigo. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
La sucesión de lluvias en las últimas semanas, en algunos casos muy abundantes, resultan excelentes para que la última etapa de los cultivos de cosecha gruesa transcurra con excelente contenido de humedad. La soja de primera, cuyo potencial de rinde fue afectado por la sequía, tiene ahora buenas condiciones para completar la etapa de llenado de grano. Las plagas y las enfermedades, sin embargo, no dan respiro, y las pulverizaciones de insecticidas y fungicidas están a la orden del día.
La soja de segunda se está desarrollando con buenas condiciones en la etapa de floración. Sin embargo, la sequía obligó a retrasar el inicio de la siembra, con lo cual el cultivo está mucho más expuesto al riesgo de heladas tempranas, que si ocurren, inevitablemente matan a las plantas, cortando el ciclo del cultivo.
El maíz de primera sufrió mucho la sequía, y los lotes que no se destinaron para reserva de forraje para la ganadería se encuentran terminando el ciclo, con perspectivas de bajo rinde. El maíz de siembra tardía presenta buen desarrollo.
Para el girasol las últimas lluvias complicaron mucho la cosecha, con algunos lotes afectados por enfermedades. Los rindes son dispares, pero en general superan los 20 qq/ha.
En cuanto a las proyecciones del cuadro, las siembras en campo arrendado muestran quebranto, del cual sólo escapa la soja de primera en los rindes altos, mientras que la soja de segunda no logrará revertir el quebranto del trigo.
Para siembras en campo propio, la soja de primera es la que proyecta los mejores resultados. Pero de acuerdo con lo comentado respecto de la sequía, habrá una gran disparidad de rindes.
De cara a la nueva cosecha, ya se empiezan a tomar las decisiones de siembra de granos finos. Tal como sigue la política de precios, y más allá del anuncio de liberación de 3,5 millones de toneladas de trigo, en la medida en que no se libere totalmente la exportación, sin límites, seguirán los diferenciales entre el precio de paridad y el precio real del mercado. El problema de fondo es que la exportación y el consumo interno no compiten por el trigo. De esta forma, los productores buscarán otras alternativas de cultivo de invierno, como la cebada forrajera o cervecera y la colza.