En medio de las trabas que continúa sufriendo el trigo, cultivos de invierno que son opciones al cereal, como cebada, colza, garbanzo y arveja, ganan terreno porque ofrecen certezas de comercialización y precio. Fernando Bertello | LA NACION
Cebada, colza, garbanzo, arveja... y la lista puede seguir con otros cultivos de invierno menores. Con los productores en el límite del hartazgo por las intervenciones en el trigo, en los últimos años esas alternativas productivas se convirtieron en la vía de escape al cereal. Cuando falta poco más de un mes y medio para el inicio de una nueva campaña triguera, todo indica que esa tendencia se repetirá: habrá más productores buscando opciones al cereal.
Por lo pronto, una especie de "boca de urna" que va circulando por estos días entre técnicos y productores habla de una caída de al menos 20% en la siembra nacional de trigo. De cumplirse, la superficie de 4,62 millones de hectáreas del ciclo pasado bajaría a 3,7 millones. Esa cifra es el segundo peor registro de los últimos cien años, luego de los 3,5 millones de hectáreas de la campaña 2009/2010.
En cambio, sólo la cebada, emblema de la huida del trigo, crecería del 1,16 millones de hectáreas del ciclo pasado a 1,5 millones de hectáreas. Vale recordar que en 2006/2007, cuando empezó la intervención al cereal, la cebada ocupaba algo más de 360.000 hectáreas. En 2011, la producción de cebada fue de 4,08 millones de toneladas, 200% más que hace sólo dos años.
La colza, en tanto, también viene haciendo una revolución silenciosa y treparía a 80.000/85.000 hectáreas, versus 55.000 del ciclo último. Y no subirá más porque se agotaron las semillas. Por su parte, el garbanzo ya superó el umbral de las 80.000 hectáreas.
En este contexto, a la hora de pensar en estas opciones surgen también los interrogantes sobre su comercialización: ¿quiénes son los compradores?; ¿son suficientes como para que haya un mercado transparente?
Según recordó Pablo Bressa, asesor de los CREA General Arenales y Arroyo de los Huesos, en cebada los actores son los exportadores para cervecera y forrajera, y la industria o las malterías para cervecera.
Si se observan los ROE para exportación otorgados entre julio de 2011 y marzo pasado, Toepfer encabezó el podio, seguido de Oleaginosa Moreno, Bunge, Maltería Pampa, Negocios del Agro, LDC, Amaggi, Cargill, ACA y Nidera, CHS y Quilmes, entre otros.
Sólo en ese período, se habilitaron ROE por 2.113.136 toneladas. Esta cifra supera largamente las 500.000 toneladas de 2010. La Argentina es el tercer exportador mundial, luego de Ucrania y Australia, y representa hoy el 17% del comercio total (sobre 17 millones de toneladas).
Alejandro Vejrup, especialista de la consultora Globaltecnos SA para CREA, agregó otro dato sobre el sector. "La capacidad instalada de producción de malta de las malterías es de aproximadamente 800.000 toneladas, de las cuales 47% es de Cargill; 26%, de Quilmes; 24%, de Maltería Pampa, y 3% de Tai Pan Malting", dijo.
Contratos
En la campaña pasada, según contó Bressa, hubo dos modalidades para la comercialización de cebada. Por un lado estuvo la cervecera, comercializada bajo contratos y condiciones de calidad en relación con los parámetros de porcentaje de proteína, calibre y materias extrañas.
A modo de ejemplo, en el caso de Quilmes el valor surgió de la suma del 20% del valor del trigo del Matba y el 80% de Chicago, menos las retenciones vigentes para el trigo al momento de la fijación, según un informe de CREA.
El año pasado, con la apertura de China también comenzó a tener demanda la cebada como grano forrajero. Esta fue, precisamente, la otra modalidad de comercialización. "Se comercializó sin contratos y es el grano que no cumplía con los estándares comerciales de la cervecera. Por la mayor demanda del grano forrajero (que reemplazó al maíz), el precio terminó siendo mayor al grano cervecero, en US$ 20 por encima", contó Bressa.
Vale recordar que en el mundo se producen 130 millones de toneladas de cebada y el 60% tiene uso forrajero.
Como dato positivo, para Bressa tanto para el grano cervecero como forrajero en 2011 se permitió fijar el precio en el mercado de futuros y tener "certeza no sólo en el precio, sino también en la venta de la producción".
"Respecto de las operaciones de cebada, es un mercado que ya hoy muestra cotizaciones por entregas diciembre y enero, esto es ya para la cosecha 2012/13, algo que no ocurre con el trigo, donde no hay compradores", indicó Adrián Seltzer, de la firma Granar.
Todavía no hay convenios de cebada para la nueva campaña. De todos modos, para los analistas la cotización que se registra desde este año para la cebada en el Matba es un elemento más de certidumbre.
"La operatoria del Matba recién se inicia, pero considero que en la medida en que el cultivo se afiance en el productor, seguramente irá tomando mayor relevancia este mercado como referente y hasta considero que es probable que pase a ser el valor de referencia para los convenios de siembra", señaló Seltzer.
Frente a cotizaciones futuras en torno de 168 dólares por el trigo, la cebada forrajera ronda los 170 dólares y la cervecera, 185 dólares. Para Vejrup, en cebada se puede hablar en principio de un mercado transparente porque "los jugadores que participan son cada vez más y compiten fuertemente para hacerse de la mercadería".
La opción de la colza
En el caso de la colza, hay menos jugadores que en cebada. No obstante, según las fuentes consultadas, es también un mercado transparente.
"Hace tres años, la pata floja era la comercialización, pero esto mejoró porque los exportadores comenzaron a operar con el mercado Matif de Francia, referente en colza. Esto significó que se puedan pautar operaciones", contó Horacio Bienzobas, gerente de Desarrollo de Sursem.
Ahora también se ampliaron los lugares de entrega para la mercadería. Antes era sólo sobre Bahía Blanca y en la actualidad también se puede hacer sobre Necochea y Rosario. Esto último permitió que el cultivo hiciera pie en la región agrícola núcleo.
"Hay tres compradores de los denominados grandes. Son ACA, Cargill y Toepfer", detalló Carlos Fitzgerald, de la firma Crisabe SRL, con base en Marcos Juárez, que en las últimas campañas sembró colza. "Hay quienes hacen contratos en donde se puede fijar el 50% de la producción estimada. Y se pueden armar convenios de siembra con contratos forwards o esperar la producción para luego salir a venderla en el mercado disponible", contó Carlos Fitzgerald, de la firma Crisabe SRL, con base en Marcos Juárez.
"En colza hoy también hay compradores para entrega en diciembre/enero en Puerto San Martín y en Quequén, en niveles de US$ 470. Si bien no hay compradores a diario y en todos los puertos, tanto en los meses previos a la cosecha como en el momento de cosecha y en los meses inmediatamente posteriores suele haber compradores. Es un mercado en el que hay que mantenerse atento y aprovechar los momentos en que los compradores de los puertos en que cada uno es afluente tiene compradores y se muestran competitivos", evaluó Seltzer.