Estarán atados al clima en el próximo semestre. Por Pablo Adreani | Para LA NACION
La próxima cosecha de soja de los Estados Unidos no podrá dar respuesta ni compensar la fuerte baja que se produjo en la producción de soja de América del Sur debido al efecto devastador de La Niña a comienzos del verano. De la misma forma que el aumento proyectado en la superficie de maíz estadounidense necesitará de condiciones climáticas ideales durante los 200 días de evolución del cultivo para dar respuesta a la fuerte caída sufrida en la producción del ciclo 2011/2012.
Siguen teniendo influencia en la intención de siembra de los farmers los buenos márgenes económicos que arrojan los cultivos de maíz y las expectativas de una firme demanda por este grano. La soja tiene firme demanda hoy por la incertidumbre que genera un sensible y relativo aumento en la superficie de siembra en los Estados Unidos y una caída real en la cosecha sudamericana, mientras que el maíz muestra firme demanda hoy por las expectativas futuras.
Pero si analizamos la tendencia que esta mostrando el mercado de Chicago vemos que el contrato septiembre de la soja se negocia a US$ 493,75 (cierre de anteayer), con una caída de apenas US$ 9,28 respecto de la posición futura más cercana (mayo), que los hace a US$ 503,03. Mientras que en el caso del maíz, la posición septiembre, que se negocia a US$ 238,57, muestra una caída de casi US$ 25 respecto del cierre del contrato mayo, de US$ 263,38.
Hay una fuerte puja por la intención de siembra en los Estados Unidos. Esto lo refleja el contrato julio de la soja julio, que ya supero los US$ 505 por tonelada. Sin embargo, las ultimas proyecciones de superficie de soja y de maíz estadounidenses están mostrando que más allá del aumento de área del cereal lo que esta sucediendo es una consolidación de este ultimo cultivo como el principal en EE.UU.
Y a pesar de los buenos márgenes económicos del cultivo de maíz, se esta proyectando un aumento en la superficie de soja de 400.000 hectáreas, mientras que para el maíz se espera un aumento de casi 850.000 hectáreas. En términos de ganancia de producción, tomando un rinde ideal de 10.000 kg/ha, estamos hablando de un aumento en la cosecha de sólo 8,5 millones de toneladas. El análisis concluye, entonces, que el mayor aumento de la producción de maíz estadounidense de la campaña 2012/2013 dependerá más de la evolución del clima -se espera que no produzca las pérdidas que produjo la sequía de 2011-, que del aumento de superficie.
En EE.UU. están saliendo de un invierno benigno, lo que implica que habrá menos agua en el perfil del suelo como consecuencia del derretimiento de la nieve. Y también implica que los farmers van a necesitar mayor cantidad de lluvia durante la primavera, previo a las etapas críticas de floración, polinización y madurez de los cultivos, entre julio y agosto. De acuerdo a informes privados, la superficie de maíz podrá llegar a los 38 millones de hectáreas versus los 37,2 millones de la campaña anterior, mientras que para soja se proyectan 30,75 mill./ha, desde las 30,35 sembradas del ciclo precedente. Sorprende que se proyecte un aumento simultáneo del área de soja y de maíz cuando los indicadores económicos muestra una mayor ventaja para el cereal.
Podemos concluir, entonces, que la nueva campaña agrícola mundial será mucho más clima dependiente que la campaña anterior, con un mayor impacto e influencia para los mercados durante los próximos seis meses en función de como evolucionen los cultivos de los Estados Unidos, la Unión Europea y la ex Unión Soviética, pues ahora el balance de oferta y demanda -tanto de maíz como de soja- es más ajustado.
Para poner blanco sobre negro, si el clima no acompaña, la mecha ya esta prendida y los mercados sólo podrán reaccionar al alza. Hoy por hoy, los productores de América del Sur se ven directamente beneficiados por la menor producción global y por la expectativa de intención de siembra y de crecimiento de la producción de EE.UU., y en este sentido, el clima tendrá la última palabra.
El autor es director de AgriPac Consultores.