Los días negativos podrían tener fecha de vencimiento, más próxima de lo que muchos creen. AGROSITIO
Implacables, los fondos tienen a los precios contra las cuerdas frente a las noticias negativas que vienen de Europa y de la todavía tímida desaceleración de la industria china.
Los valores internacionales del cereal sufren un profundo derrumbe, bajo los efectos de una acentuada liquidación de contratos de parte de los fondos de inversión
Al deshacerse de posiciones compradas, los fondos especulativos se dirigen, por ahora, al encuentro de activos más seguros. Son días en los que los commodities agrícolas no están bien vistos.
Así el cuadro económico-financiero global, el avance de la cosecha en EE.UU. viene a agravar el ímpetu vendedor. No olvidemos que tradicionalmente este país representa más del 50% del comercio mundial del maíz.
Y si bien se aguarda una cosecha visiblemente baja, la realidad es que, hoy por hoy, la oferta se incrementa; de esta forma, aunque sea una cuestión puramente circunstancial, los mercados acusan recibo del impacto.
Avalando tal fenómeno, se aprecia el avance de las trilladoras que caminan exitosamente fundamentalmente por el clima favorable.
El ritmo de avance es notable. La cosecha ya habría superado el 50% de la superficie, un porcentaje récord, por arriba del promedio de los últimos trece años.
Así las cosas, en el mercado de Chicago, todos los futuros siguen en baja, bajo la fuerza comercial de los fondos que, aparentemente, creerían en cifras optimistas en materia de stocks, por parte del reporte del USDA que se dará a conocer mañana.
Al cierre de este comentario, hoy 27 de septiembre, un consumo ofreció $760 por maíz con descarga inmediata. Y la exportación habría estado dispuesta a pagar u$s 180, entrega en mayo 2013
Bajo la guía de estos cálculos del USDA, los fondos tienden a operar con tendencia a la venta. Así, por ahora, se mueven sobre niveles de producción que las estimaciones privadas consideran poco realistas.
Por ejemplo la firma Lanworth calculó, días atrás, que la cosecha sólo llegaría a 257,6 millones de toneladas, una cifra sustancialmente inferior a la del USDA que estima en 272,5 millones.
En este cuadro, no deberíamos aguardar una tendencia sostenida en el tiempo hacia la baja. Más lógico sería creer que estamos atravesando un tiempo negativo; y que, una vez finalizada la trilla en EE.UU., estaríamos de nuevo en un tramo de ascenso en los precios.
Porque la escasez de este cereal será una constante por varios meses, por lo menos hasta que ingrese la oferta de Sudamérica.