La sequía histórica en Estados Unidos provoca graves pérdidas y abre oportunidades para otros países productores, en especial los del Mercosur. LA VOZ. Pablo Adreani.
Estamos ya en una de las peores sequías en toda la historia en Estados Unidos, ya superó en magnitud y daños a la sequía de 1988, y sólo comparable a la sequía sufrida en 1934.
Sin embargo en la década del ‘30 los Estados Unidos sufrieron tres sequías cada una muy próxima de la otra, 1934, 1936 y 1939, fenómeno denominado Dust Bowl, algo así como una tormenta de polvo. El suelo, despojado de humedad, era levantado por el viento en grandes nubes de polvo y arena tan espesas que escondían el sol por varios días a la vez. Estos días eran referidos como “ventiscas negras” o “viento negro”, eran las épocas del arado de reja y vertedera, hoy con las tecnologías de siembra directa no se producen las voladuras de campo que incluso se producían en la Argentina algunas décadas atrás.
El climatólogo Eduardo Sierra habla sobre los ciclos climáticos que se dan en distintas partes del mundo cada 25 años, indicando que estamos entrando en una fase seca. Más allá de estas tendencias macro seculares, lo concreto es que hoy, la primera potencia mundial productora y exportadora de maíz y soja esta sufriendo la peor sequía en toda su historia.
En términos relativos, el daño de la sequía actual es mucho mayor que el daño producido en la sequía de 1934, pues en ese momento la producción agrícola no tenia el volumen ni la importancia que tiene hoy en día.
Ya se están estimando pérdidas en la producción de maíz americano de 100 millones de toneladas, con respecto a las primeras estimaciones, y esto ya lo habíamos adelantado en esta columna, si no se producían lluvias en el cinturón maicero y sojero americano. Con respecto a la soja se están estimando perdidas que van entre las 15 y 20 millones de toneladas. En definitiva, estamos ante uno de los mayores desastres agrícolas en la historia.
Sobre la seguridad alimentaria, no vemos amenaza desde el punto de vista global, pero si algunos problemas puntuales como lo son por ejemplo las exportaciones de maíz americano a Japón. Cada año los Estados Unidos exportan a Japón mas de 15 millones de toneladas, y no se permite el ingreso de maíz proveniente de otros orígenes, como puede ser de Argentina o de Brasil.
Como viene la situación en Estados Unidos, se va a complicar que los americanos puedan abastecer en un 100 por ciento la demanda de Japón, y lo mismo podrá suceder con otros destinos. Se abre entonces una oportunidad única para países como Argentina, Ucrania y Brasil.
En el plano local esta semana hemos tenido fuertes rumores de aumento de retenciones en soja, algunos hablan de un aumento del cinco por ciento en las retenciones a la soja, y otras fuentes hablan de un aumento del cinco por ciento en los derechos de exportación de biodiésel. Cualquiera sea la medida que se tome tendrá un efecto inicialmente bajista para los precios de la soja en nuestro mercado doméstico.
Largo plazo. Desde el punto de vista de la visión de largo plazo, los americanos van a tener definido su volumen de producción de maíz a soja, para fines de agosto. Y también la posición de los fondos estará ya casi toda cancelada para ese momento.
Desaparecida la fuerte intervención de los fondos, blanqueado el volumen final de producción de soja y de maíz, ya podremos tener una mayor certeza de como van a estar la relación de precios entre soja y maíz, y a partir de allí tomara decisiones mas acertadas. Sucede que el productor argentino tiene tiempo hasta decidir su siembra de soja y de maíz, mucho más alla de fines de agosto.
Los fundamentales indican que si el clima acompaña en Sudamérica, sólo los países del Mercosur podrán producir el récord de 150 millones de toneladas, más que compensando la caída en la soja americana.
Esto ya lo esta marcando Chicago, donde se puede apreciar una caída de 57 dólares/tonelada entre la posición agosto 2012 (618,13 dólares/tonelada) y marzo del 2013 (561,91 dólares/tonelada). En cambio, el precio del maíz en Chicago no tiene diferencia entre la posición septiembre del 2012 (315,15 dólares/tonelada) y la posición marzo del 2013 (314,55 dólares/tonelada).
Mientras el mercado futuro 2013 de soja se destruye, el maíz mantiene una firmeza que tiene su relación con la gravedad de la cosecha americana, y el hecho que venimos repitiendo en esta misma columna, “el maíz ya saltó al vacío y no tiene red de contención”. La soja tiene todavía la esperanza de la cosecha récord que se espera en Sudamérica.