06/12/2017

Más hectáreas para el maní: proyectan aumento del 5%

La Cámara Argentina del Maní estima un área de 423 mil hectáreas, 21 mil más que las que se implantaron en la última campaña. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

Con las últimas lluvias, las sembradoras volvieron a salir a los campos cordobeses y uno de los cultivos que sigue ganando hectáreas en la provincia de Córdoba es el maní.
La siembra llegaría a 423 mil hectáreas en la presente campaña, superando por un cinco por ciento o 21 mil hectáreas a las 402 mil que se sembraron en el ciclo 2016/17, según la primera estimación difundida por la Cámara Argentina del Maní, en base a consultas realizadas a sus empresas asociadas que son las que cultivan e industrializan este grano para luego exportarlo.
El flamante presidente de la Fundación Maní Argentino, Ricardo Díaz, expresó que si esta área no constituye un récord, estará cerca de serlo, ya que recuerda sólo dos veces en la historia se superaron las 400 mil hectáreas.
Para Díaz, “normalmente la decisión de siembra viene atada a condiciones de mercado del año anterior y, la última campaña, si bien tuvo serios problemas en el sur de Córdoba por las inundaciones, hubo rendimientos récords que incentivan a que se siembre más”.
El informe final de producción 2016/17 de la Bolsa de Cereales de Córdoba ratifica lo expresado por este dirigente de la Cooperativa Agrícola Ganadera Arroyo Cabral: el rendimiento promedio fue de casi 40 quintales por hectárea, que llevó a una producción récord de 1,3 millones de toneladas en caja y 901.800 en grano. 
“Hay lotes que dieron más de 60 quintales, lo que significa una ecuación muy favorable para el cultivo”, resumió Díaz. 
Mercado deprimido
De todos modos, el titular de la Fundación Maní expresó que esta excelente cosecha argentina, sumado a otros buenos volúmenes generados por los principales productores, como Estados Unidos o India, hicieron que los precios de la mercadería tuvieran un freno. 
“Si hay que hacer una referencia puntual al día de hoy, el mercado está lento, deprimido, porque hay mucho maní. De todos modos, nosotros somos los proveedores más confiables para Europa; las 500 o 600 mil toneladas que exportamos están garantizadas porque lo que sobresale de Argentina es la calidad del producto. La demanda siempre va a estar y sólo hay que lidiar con los altibajos lógicos de los precios cuando hay buenos o malos resultados en las cosechas”, precisó Díaz. 
Genética para crecer
Con el fin de sostener el crecimiento productivo y potenciarlo de cara al futuro, la Fundación se encuentra financiando una serie de líneas de investigación que apuntan a poder desarrollar semillas genéticamente modificadas que permitan dos objetivos: combatir el hongo que provoca el “carbón del maní” y aumentar los rindes, con granos de ciclos más cortos.
Según Díaz, el “carbón” es, hoy en día, “el mayor problema sanitario” y precisamente una de las líneas de investigación apunta a generar alguna variedad resistente a esta enfermedad que seca los cultivos, afectando los rindes, y que cada año afecta a cada vez más superficie manisera. “Estamos buscando por todos los medios las formas más eficientes de disminuir su efecto”, indicó el dirigente.
Por otro lado, señaló que el otro objetivo es lograr variedades de ciclo más corto, que permitan escapar a los problemas climáticos a la hora de la cosecha, que fue una gran traba en las últimas dos campañas; a la vez que, al cosecharse más temprano, permiten trabajar mejor una estrategia de complementación con cultivos de cobertura.
Díaz explicó que las variedades de maní que se siembran actualmente tienen un ciclo de siembra a arrancado de entre 150 y 160 días, y que el objetivo es lograr achicarlo a 130-140 días.