20/04/2012

Los efectos del conflicto con España

Las sanciones no supondrían una prohibición del ingreso de productos argentinos, sino la aplicación de penalizaciones con aranceles más elevados. Pablo Andreani. LA VOZ

El tema central de la semana –la estatización de YPF– podría llegar a tener efectos colaterales en nuestra relación comercial con España. Toda vez que dicho país es uno de los principales importadores de soja y subproductos de soja provenientes de la Argentina.

Durante 2011, España importó desde Argentina un total de 2,5 millones de toneladas; el principal producto es la harina de soja con un volumen 1,75 millón de toneladas, seguido por la soja con volumen de 560 mil toneladas. El resto se distribuye entre maíz, trigo y sorgo. A ello hay que sumar las exportaciones crecientes de biodiésel argentino, cuyas ventas a España representan para nuestro país 35 por ciento de las exportaciones totales de dicho producto.

Las medidas no supondrían una prohibición para el ingreso de productos argentinos puesto que, según ya ha advertido la Unión Europea, España no puede imponer restricciones bilaterales a la entrada de productos argentinos porque violaría las normas del mercado interior europeo. La salida entonces sería la aplicación de penalizaciones con aranceles más elevados, por ejemplo, para los importadores que adquieran biocombustibles o soja argentina. Al mismo tiempo, se otorgarían incentivos a quienes cambien el origen de sus adquisiciones por otras naciones.

Sin embargo, hay una serie de cuestiones a tener en cuenta antes de concluir que la medida pueda llegar a tener un efecto directo sobre las exportaciones de la Argentina. Hay que evaluar muy detenidamente aspectos logísticos, frecuencia de embarques desde nuestro país hacia Europa y considerar que la Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja y su principal cliente es la Unión Europea.

Será muy difícil que España pueda reemplazar el volumen de harina de soja que le exporta la Argentina. Y mucho menos en un año donde tanto la producción de soja estadounidense y brasileña, incluida la Argentina, han sufrido fuertes bajas debido a los efectos de la sequía.

No se descarta que, en el mientras tanto, alguna corrida bajista pueda ser soportada por el mercado de soja principalmente en el plano local. Sería en simpatía por la repercusión que podría llegar a tener la estatización de YPF, sobre potenciales medidas a implementar por España.

Tal vez el tiempo y la necesidad sean los principales remedios para que el “efecto YPF” se vaya diluyendo. Los importadores de España que producen alimentos balanceados, no van a poder tomar medida alguna, pues necesitan el alimento para procesarlos y dar de comer a sus animales.

Un reemplazo de un mercado no se produce en 24 horas, y debe existir además otro mercado que pueda ocupar nuestro espacio, hoy muy difícil de encontrar.

Mientras tanto, la corriente bajista de Chicago ocurrida el miércoles arrastró a la baja a todos los productos en el mercado a Término de Buenos Aires. No obstante ello, la soja es la que más valorizada está; se ubica en el escalón más alto de la serie desde que comenzó el actual año comercial.

Desde el punto de vista de la evolución y tendencia de los mercados, en los próximos meses deberemos seguir la evolución del clima en el hemisferio Norte. Ya definido el aumento del área de maíz americano, en un nivel de récord histórico, y la baja de 500 mil hectáreas en la superficie de soja, lo que suceda con el clima en los próximos 60 días tendrá un efecto directo sobre la producción
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Hoy nada es seguro; inclusive aun Estados Unidos, con un aumento del área de siembra de maíz de 1,5 millón de toneladas, no tiene asegurada la recomposición de stocks necesaria para poder calmar los mercados. En el caso de la soja, las fichas se van a jugar sobre Sudamérica, donde Brasil ya espera un aumento de superficie de por lo menos un millón de hectáreas. La tendencia del mercado dependerá, entonces, de lo que suceda con el clima en los Estados Unidos de aquí al corto plazo.