Ante un mercado de precios y actividad deprimidos, comienzan a circular recomendaciones de no sembrar trigo este año. Para confirmarlo, ya vendrán los números. Lorena R. D’Angelo. LA VOZ
Los precios agrícolas durante la semana acusaron los cambios en los mercados externos y el posicionamiento de los operadores frente a las nuevas cifras que publicará hoy el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), con su informe mensual de oferta y demanda.
El comienzo fue positivo pero su duración no fue consistente, ya que señales de un menor crecimiento de la economía mundial presionaron sobre las cotizaciones de acciones, bonos y commodities en general.
Desde China se conoció un informe que recortó las previsiones de crecimiento al 7,5 por ciento, lo que impactó en las cotizaciones, así como siguen latentes los temores de que Grecia falle en acordar con sus acreedores la reestructuración planificada.
Las cancelaciones de posiciones llegaron como toma de ganancias en el mercado de futuros de Chicago, luego de que los precios de la soja alcanzaran los niveles máximos desde septiembre del año pasado. Las subas se fundamentaron en la mayor demanda de exportación y la menor cosecha sudamericana, con números que están lejos de confirmarse pero sí de ajustarse a la baja.
Las estimaciones previas al informe del Usda hablaban de una caída en las producciones de maíz y soja de Argentina y Brasil por el impacto del clima seco y cálido en las regiones productoras, que podrían beneficiar las exportaciones de Estados Unidos.
Una mayor demanda exportadora ajustaría a la baja las existencias estadounidenses y eso impactaría en el mercado global.
Los stocks mundiales de maíz están en los niveles más bajos de los últimos años y una recuperación de los mismos dependerá de lo que suceda en el país del norte en el 2012.
Las siembras recién comienzan en abril. Mientras tanto los productores siguen de cerca la relación de precios entre el maíz y la soja para tomar sus decisiones. Desde hace un par de meses, la oleaginosa se fortaleció frente al cereal, aunque las proyecciones previas hablan de un aumento mayor en la cobertura con maíz.
La señal de los precios que se genera desde Chicago continúa favoreciendo también a la soja local, donde los valores disponibles y futuros se mantienen firmes, pese a la proximidad de la cosecha.
El maíz, sin embargo, sigue sin disfrutar de la misma suerte, con pocos precios en el mercado y escasa actividad del sector exportador, que ofrece pagar hasta 45 dólares por debajo de la capacidad teórica (FAS teórico a partir del precio FOB).
Un contexto similar enfrenta el trigo, donde son pocos los negocios que se hacen, con descuentos del orden de los 27 dólares sobre el precio FAS teórico, aunque muchos productores no pueden vender.
Ante un mercado de precios y actividad deprimidas, comienzan a circular recomendaciones de no sembrar el cultivo este año. Para confirmarlo ya vendrán los números.