09/03/2012

Inaudito, lo del trigo... y sombrío, su futuro

 Es probable que las abundantes reservas mundiales se incrementen aún más... por Manuel Alvarado Ledesma - Agrositio

En general se aprecien interesantes subas de valores por mejor clima financiero y favorables expectativas ante reporte del USDA que se publicará el viernes 9 de marzo.

La situación financiera se ha tranquilizado. Sin duda poco, pero lo ha hecho, no sólo porque las cosas están algo mejor en Europa, sino porque hay datos más positivos respecto a la actividad industrial y la desocupación en EE.UU.

Las mejoras de los precios granarios registradas en los últimos tiempos -con vaivenes, es cierto- tiene buena parte de su explicación en la suposición de que el USDA irá realizando nuevos recortes en la producción de América del Sur.

Si la demanda estuvo cerrando contratos frente a esta eventualidad, es decir de proyecciones declinantes de producción, vale estimar como posible que, en estos días, se registre una toma de ganancias. Aunque sea esporádica.

Pero también, la explicación de la mejora se halla en el ambiente financiero mundial, más sereno, y en la acción favorable de los fondos.

Si focalizamos nuestra atención en el trigo, veremos que el panorama resulta muy diferente respecto a los otros granos. Poco se parece la situación del trigo a la de la soja, por ejemplo.

El clima en EE.UU. es positivo para los cultivos de trigo, así como también en Australia, dos grandes productores de este cereal. En líneas generales, la cosa camina bien.

La producción mundial alcanzará, en este contexto, cifras inusuales. Ya se habla de un volumen de 693 millones de toneladas.

Así las cosas, es probable que las abundantes reservas mundiales se incrementen aún más. No es descabellado contemplar una relación stock-consumo del orden del 32% para el período 11/12.

Es razonable estimar, entonces, un mercado cada vez más distendido con valores internacionales en baja.

Esto es referido al mundo. ¿Pero cómo andamos por casa?

Recordemos que, en febrero pasado, se liberaron 2 millones de toneladas, pero que todavía no se asignaron. Se está esperando el resultado del relevamiento de existencias para hacer la correspondiente distribución.

Aunque, justo es decirlo, hubo recientemente aprobaciones de ROE Verde por más de 300.000 toneladas.

La situación del trigo no tiene una explicación racional. Al menos desde el punto de vista de la teoría económica.

La falta de dólares en el sistema económica es evidente. Y la presión que ejerce la demanda, pese a los estrictos controles en el mercado cambiario, ha logrado establecer un considerable plus sobre el valor oficial.

En un tiempo donde lo que escasea son las divisas, merced a la impresionante salida de capitales de más de 80 mil millones de dólares, y en un cuadro donde no hay más autoabastecimiento energético y por tanto las importaciones de petróleo crecen día a día, resulta inaudito que se limiten las exportaciones de trigo (así como de maíz).

Por ello, la balanza comercial transita por la cuerda floja.

El caso del comercio con Brasil es dramáticamente ilustrativo de este problema.

Nuestro país, a contrapelo del espíritu del MERCOSUR, viene cerrando la posibilidad de exportar trigo a Brasil, su histórico gran cliente, y así acentúa el déficit de la balanza comercial con este país. Es decir en contra de los intereses argentinos. Y justamente, lo hace con su socio del MERCOSUR que puede proveerle productos energéticos. Difícil de comprender. ¿No?