19/03/2012

Entre los bajos rindes y la pérdida económica

Difícil panorama en tierras alquiladas. LA NACION.

Son ya muchas las regiones donde hay rindes menores de lo esperado o se prevé que así ocurran apenas se inicie la cosecha donde todavía no empezó. En el Chaco, donde se sembraron 600.000 hectáreas con soja, la perspectiva es que el rinde se ubique en 1500 kilos por hectárea. Se trata, según Francisco Torcasso, responsable de marketing de la región norte de Agros Soluciones, de una pérdida del 40% versus los rindes normales.

"En este momento los cultivos están en estado de estrés hídrico, con marchitez permanente", explicó.

En enero, en el centro de esa provincia, donde se encuentran las zonas de producción, se registraron 90 milímetros en enero y otros 7 mm en febrero. Desde 1975 que no había un febrero tan seco. Además, hubo 17 días en ese período con temperaturas superiores a los 42 grados. "Estos datos explican la caída en los rendimientos", contó Torcasso.

Para el centro norte de Santa Fe, cosechado el 90% del maíz los rindes van de 6000 a 7000 kilos de promedio, según informó Leonardo Galli, de Pioneer.

En Entre Ríos, los lotes cosechados tienen rendimientos menores a 2011. Mauro Cragnolino, de la firma Red Surcos, precisó a La Nacion que en el departamento de Paraná los maíces no pasan de 40 a 50 quintales por hectárea, cuando en el ciclo pasado oscilaban en un rango de rinde de 60 a 80 quintales por hectárea. Para la zona de Victoria, hay maíces rindiendo 50 quintales, por debajo del rango de 70 a 90 quintales de la última campaña. "En Hasenkamp hay sojas de 8 a 14 quintales por hectárea. Allí rendían de 20 a 25 quintales el año pasado", precisó Cragnolino.

Rolf Muller, asesor del CREA Larroque-Gualeguay, aportó más datos de esa provincia. Con empresas que ya cosecharon entre el 50 y el 70%, hay rindes de 3800/3900 kilos por hectárea en la zona de Larroque; 4300 kilos en Urdinarrain y 3600 kilos en Basavilbaso.

Números complicados

Con los bajos rindes, el resultado económico es de un quebranto económico para quienes sembraron en campos arrendados.

"Al hacer un cálculo promedio con un maíz de 6000 kilos por hectárea se obtiene una pequeña renta en campos propios. Pero en campos alquilados el resultado económico es negativo porque el arrendamiento cuesta 500 dólares por hectárea y se deben obtener 8000 kilos por hectárea para poder cubrir los costos", indicó Gerardo Chiara, asesor de los CREA Bragado y Alberdi, en la provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, Andrés Elizalde, asesor del CREA Rosario, explicó: "La diferencia económica entre un campo propio y uno alquilado para maíz con bajos rindes es grande. Algunos arrendatarios lograron sortear dicha situación porque han vendido el maíz temprano a buen precio, pero otros no corrieron esa misma suerte y perderán dinero".