27/03/2012

El dólar en la Argentina y la soja en el mundo

Nos preguntamos si hay margen para mayores alzas. Pero no nos preguntamos sobre el valor del dólar en la Argentina ...Manuel Alvarado Ledesma - AGROSITIO


Habiendo alcanzado (e incluso, superado) el valor internacional de u$s 500 la tonelada, lógicamente, a cualquiera lo asalta la duda sobre la tendencia futura inmediata.

Después de todo, en lo que va de este año, la mejora del precio de la soja ya pasa el 15%.

Hasta el momento, cuatro elementos fuertes han contribuido a tal mejora. En primer lugar está la sequía y el calor. Y después, la activa presencia de China a la hora de comprar, la posibilidad de que se achique el área a sembrar en EE.UU. y, finalmente, la suba de valores del crudo de los últimos meses.

Hoy, lunes 26 de marzo, por ejemplo hubo nuevas alzas. Los futuros de soja cerraron en alza, liderando el mercado de Chicago frente a la expectativa de una cosecha sudamericana muy menguada.

La pregunta es hasta cuándo sigue este tendencia ¿Hay margen para mayores alzas? Es posible. Pero, también, es posible que, una vez que la cosecha avance en Argentina y finalice en Brasil, los valores tiendan a decaer. Aunque, seguramente, no mucho.

Arriesgaríamos a decir en un mes. O quizás menos.

El próximo viernes, el cuadro estará algo más claro ya que el USDA publicará su informe. Allí veremos en cuánto estima la superficie de soja para América del Norte.

Sea como fuere, el cuadro no es para el pesimismo. Obviamente, nos referimos a los precios. No a la producción local.

Si los stocks siguen cayendo y el dólar continúa su camino descendente, es probable que el precio logre subir otro gran escalón más. Sin embargo, es más difícil que lo haga durante los próximos tres o cuatro meses, ya que la cosecha de Sudamérica asegura una oferta interesante, aún cuando los rindes hayan caído drásticamente.

Al mismo tiempo es importante considerar otra cuestión, que hace a la economía argentina durante el período mencionado. Se trata del valor del dólar que, como todos sabemos, sube por la escalera cuando los precios lo hacen por el ascensor.

Y como la soja está directamente alineada con el valor de esta moneda, el precio de este grano tendería a perder capacidad de compra por efecto de la inflación.

En otras palabras, si el precio de la soja no sigue subiendo, cada día que pase el dinero que se reciba por su venta tendrá menor capacidad de compra. O, lo que es lo mismo, se debería reducirse en términos reales.

No hay que ser adivino para predecir una suba en la tasa de inflación argentina.

Cuando se recurre al Banco Central para financiar el desbordado gasto público y se demora el ajuste de tarifas al tiempo que se mantiene una política de alto consumo con este dinero, la señal de rojo se enciende.

Si con el dinero del Banco Central se motoriza el consumo y la inversión no crece por la incertidumbre imperante y, además, no hay mayores importaciones para aumentar la oferta de bienes, la cosa se pone peliaguda. Porque la presión derivada del consumo recae sobre los precios de todos los bienes que, en consecuencia, tienden a subir aún más.

No olvidemos algo básico: limitar las importaciones sin posibilidad de incrementar la producción local en el corto plazo, no hace otra cosa que agregar presión sobre los precios de todos los productos.

Por ello, vale esperar mayor inflación todavía.

En conclusión: en los próximos tres meses (¿o cuatro meses?), la posibilidad de que el valor de la soja crezca mucho más es, por ahora, remota. En tal caso, si hay que vender dentro de este plazo, vale la pena apurarse ya que la inflación local afectaría su capacidad de compra.

De cualquier forma, frente a una decisión inmediata, convendría aguardar el informe del USDA.

Estas palabras no se escriben a título de consejo, sino con el objeto de ayudar a pensar. Cada uno tomará su decisión según su criterio.