La pérdida de competitividad cambiaria de Argentina también se hace sentir en el turismo internacional. IERAL.
La devaluación producida en Argentina en el año 2002, que rompió la paridad peso-dólar, tuvo un efecto positivo en la balanza comercial del turismo. Esto, conjuntamente con una inflación que inicialmente no disparó en la misma medida, creó las condiciones para que un déficit de casi US$800 millones en turismo internacional en el año 2002, se redujera paulatinamente, hasta llegar a un superávit de US$400 millones en 2007.