AMBITO FINANCIERO
El Gobierno nacional dispuso unificar en un 32% los derechos de exportación para productos del complejo sojero que tributaban importes menores en sus mezclas con maíz, destinados a la alimentación animal. La unificación de alícuotas, según explica la normativa, comprende a "los productos elaborados a partir de residuos obtenidos del procesamiento del poroto de soja y para las preparaciones destinadas a la alimentación animal que contengan subproductos de la soja, no constituyendo estos últimos su componente esencial".
En el caso de las mezclas con harina de soja, afectadas ahora por una mayor retención, según un matutino cordobés, sectores ligados a la industria aceitera habían expresado su preocupación de que a partir de esas mezclas se exportaba en detrimento de la harina de soja, con diferencias de retenciones muy notables.
"La solución oficial fue aumentar las retenciones de esas mezclas en vez de reducir las de la harina de soja, así que ahora quedaron igualadas", expresó una fuente de los exportadores harineros. Expresó que la inclusión en el decreto de la posición arancelaria 2302 (cáscara de pellets de soja) "es sorprendente y quizás se deba a un error, porque no forma parte de aquellas mezclas, por lo que se estudia el tema con detenimiento, ya que resulta injustificado el aumento aplicado".
Recientemente, desde el complejo exportador de harina de soja se advirtió que las mezclas que usualmente contienen un 5% de maíz y el 95% de harina de soja, tributaban un derecho de exportación del 35%, mientras el maíz aporta el 20% de su precio en retenciones y la harina de soja, el 32%.
Como consecuencia de esta asimetría fiscal, en el primer semestre del año se exportó de esa mezcla más de un millón toneladas cuando durante todo 2012 se embarcaron unas 900.000 toneladas y en 2011, un poco más de 500.000 toneladas.
Con una alícuota similar a la harina de soja, el monto percibido por retenciones se hubiera aproximado a los u$s 150 millones, pero sólo se tributaron u$s 20 millones, según el cálculo del complejo aceitero y de harina de soja, proteína utilizada en la producción de carnes). En tanto, los productores de alimentos balanceados evaluaban los alcances de la medida y advirtieron que la suba podría afectar las exportaciones de mezclas con valor agregado, a base de soja y maíz.