Como adelantó ayer El Cronista, Cristina anunció desde la Rosada mejoras para monotributistas y fondos para las prestadoras de salud sindicales. EL CRONISTA.
El Gobierno oficializó nuevas medidas con tinte electoral, como anticipó ayer El Cronista. Por un lado, duplicó las escalas del monotributo, que estaban congeladas hace 4 años y obligaban a cada vez más contribuyentes a pasar a la categoría de autónomos, y que era reclamado por el empresariado pyme. A la vez, anunció el giro de $ 1.900 millones extra a las obras sociales para la atención de monotributistas, monotributistas sociales y agropecuarios y para mayores de 70 años en una señal inequívoca para los gremios.
Los anuncios se efectuaron en el marco de la tercera ronda de diálogo que la presidenta Cristina Fernández encabezó ayer al mediodía en el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno, de la que participaron dirigentes empresarios y de los sindicatos cercanos al oficialismo.
Los cambios en el monotributo (ver aparte) fueron explicitados por el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, mientras la superintendenta de Salud, Liliana Korenfeld, tuvo a su cargo explicar los fondos para las obras sociales sindicales.
En cuanto al monotributo, la modificación duplica los montos de facturación para las escalas existentes (la escala más baja pasa de $ 24.000 a $ 48.000 anuales y la máxima para Servicios pasa de $ 200.000 a $ 400.000), rige desde el 1º de septiembre para todo el universo de monotributistas (2.250.338 contribuyentes, de los cuales plenos son 1.510.266, y otros 740.072 están inscriptos además de trabajar en relación de dependencia).
Para la actualización, se tomó el índice de movilidad jubilatoria, que en cuatro años se incrementó 100%, (y se tiene en cuenta la variación de los precios y salarios en ese lapso).
Según estimaron desde la AFIP, la medida tendrá un costo fiscal nulo o muy acotado. Eso porque no se esperan grandes cambios, porque se espera que la ampliación de los topes reduzca la informalidad, entre otros factores. Además, porque no se actualizaron la superficie ni el gasto energético afectado a la actividad, aunque sí los alquileres devengados.
Durante la reunión, Cristina se manifestó muy contenta porque comenzaron a trabajar las subcomisiones del diálogo tripartito sobre competitividad y trabajo no registrado (que hoy tendrá encuentro).
Estamos encontrándole el agujero al mate, bromeó sobre los resultados que de momento está arrojando esta instancia. Por la noche, desde Tecnópolis, donde celebró el Día de la Industria (ver pag. 6) Cristina insistió en que las reuniones en la Rosada y las de las subcomisiones son el ámbito para que empresarios y gremiales son el ámbito para un diálogo sincero, abierto y sin miedos. De inmediato planteó: Si me tuvieran miedo, no dirían las cosas que dicen de mí, así que parece que mucho miedo no inspiro.
Además, Cristina reafirmó el rumbo de la política económica y desestimó cualquier devaluación brusca, según comentó el titular de CAME, Osvaldo Cornide, al retirarse de la Rosada