14/07/2016

Sólo el 30 por ciento de los productores aplica planteos con alta tecnología

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundió su Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada en el que asegura que cayó la fertilización y la adopción de la siembra directa, entre otros factores. AGROVOZ.


Los problemas económicos que vivió el sector agropecuario en los últimos años, debido a políticas que desincentivaban la producción, llevó a una consecuencia directa: la aplicación de menos tecnología, buscando priorizar otro tipo de gastos o inversiones.

Un estudio presentado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires confirma esta tendencia: en la campaña 2014/15, sólo el 30 por ciento de los productores realizó planteos de alto nivel tecnológico, lo que significa una fuerte reducción en comparación con el 46 por ciento de agricultores que los utilizaba cinco temporadas antes.

Datos
El informe se denomina Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) e incluye los últimos resultados de la campaña 2014/15.


Los principales factores que explican esta menor adopción de tecnología, según la entidad porteña, son las menores dosis de fertilización, una merma del sistema de siembra directa y un aumento en el uso de herbicidas por ineficiencias en el control de malezas.

En el caso de la siembra directa, por ejemplo, mientras en la campaña 2010/11 el 94 por ciento de los productores la utilizaba, para 2014/15 la proporción bajó al 90 por ciento, considerando los seis principales granos que se cultivan en Argentina. Esto fue causado mayormente por la problemática con malezas y en menor medida por excesos hídricos asociados a consecuencias en lotes agrícolas.

Cultivos
Según la Bolsa porteña, el sorgo se posicionó negativamente con la mayor adopción de baja tecnología, un 69 por ciento a nivel país, y en donde se invirtió la relación con productores de media tecnología, pasando a ser una porción minoritaria.

En el cultivo de cebada se vio la mayor caída en el uso de tecnología en relación al resto de los cultivos y esto se mostró con las menores dosis de fertilización, tanto nitrogenada como fosforada.

En maíz se presentaron las densidades de siembra promedio en Argentina y cómo se vienen bajando, tanto en maíz de primera temprano como en maíz tardío/de segunda; para la campaña 2014/15 la media fue de alrededor de 62 mil plantas por hectárea (pl/Ha) y de 58 mil pl/Ha, respectivamente. Esto respondería a una mayor proporción de siembras tardías en Argentina, pero se planteó que se relaciona con una adaptación técnica regional y/o una estrategia de minimización de costos.

También en maíz se presentó el aumento en la cantidad de insecticidas aplicados a nivel de cultivo y esto se relacionó con el tipo de híbridos utilizados y con el uso incorrecto del refugio, evidenciando el quiebre de resistencias como un problema generalizado. El uso de refugio en maíz tuvo un cumplimiento del 22 por ciento a nivel nacional para la última campaña bajo estudio.

Para soja se presentaron las variaciones en el uso de herbicidas, en respuesta al control de malezas tanto a nivel regional como nacional. Los datos del ReTAA mostraron el cambio en la relación de uso para glifosatos concentrados versus la formulación clásica, y al mismo tiempo el aumento en la importancia de otro tipo de herbicidas para complementar las acciones de manejo de malezas.