19/11/2013

Un técnico que sabe de campo será ministro de Agricultura

CLARÍN
Para el agro, anoche la noticia fue que por primera vez el kirchnerismo tendrá un ministro de Agricultura que sabe de campo, y no a políticos que utilizaron ese despacho como plataforma electoral. Cristina Kirchner designó al titular del INTA, Carlos Casamiquela, como nuevo titular de la cartera creada en 2009, un año después del conflicto por las retenciones móviles.

Nacido en Viedma, Río Negro, Casamiquela se recibió de agrónomo en La Plata en 1973, y casi de inmediato ingresó en el INTA. Es, por lo tanto, parte de esa familia y simboliza el regreso de los técnicos al mando de la política agropecuaria nacional, tras el paso por el viejo edificio de Paseo Colón del titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y del fallido candidato K en Chubut, Norberto Yahuar. Ambos, al asumir, habían admitido que no sabían del asunto. Otro ex INTA, Carlos Cheppi, había sido secretario antes de que Cristina jerarquizara el área.

De bajo perfil y respetuoso de las formas, Casamiquela asumirá mañana en su nuevo puesto, para el que sonaban al menos una docena de candidatos desde que Yauhar fuera aplastado en las urnas por Mario Das Neves. Hasta anoche, el chubutense aspiraba a retener el cargo, pero lo llamaron a Olivos y ahora podría caberle un premio consuelo en el Correo.

La designación de Casamiquela parece un premio a una gestión ordenada en el INTA, organismo que se transformó en la principal cantera del relato agropecuario oficial, con sus proyectos para “industrializar la ruralidad”. El santacruceño Francisco Anglesio, vice del organismo, quedaría al mando.

Los buenos modos de Casamiquela ahora deberán medirse con quienes han tallado más claro en la definición de la verdadera política para el sector. Sobre todo con el secretario Guillermo Moreno, imperturbable en su cargo.