Luis Miguel Etchevehere: alcanza la presidencia de la Sociedad Rural Argentina. Objetivos. Por Félix Sammartino | LA NACION.
Es inevitable, pero el presidente siempre impone el tono. Aún en una entidad centenaria como es la Sociedad Rural Argentina (SRA), que cumple a rajatabla tanto con las formas impuestas a lo largo de su historia y mantiene la puntualidad en los relevos de autoridades.
Los distintos presidentes que pasaron para ocupar el señorial pero ya un tanto demodé despacho principal del palacete de la calle Florida, impusieron su sello y gravitaron decididamente en las relaciones con el gobierno de turno. De más está decir que el agro en su conjunto se vio favorecido o perjudicado, según el caso, por estos estilos. ¿Cuánto gravitó la amistad de Enrique Crotto con el presidente Carlos Menem, partidos de golf mediante? ¿Y el estilo parco y componedor de Luciano Miguens para dar a luz la Mesa de Enlace? Ni hablar de la determinación de Hugo Luis Biolcati de dar pelea en cualquiera de las tantas revanchas que se tomó el kirchnerismo después de haber perdido la pulseada por las retenciones móviles. Para la construcción del relato oficial, Biolcati sirvió como blanco predilecto, una especie de ogro que asusta a los chicos.
Así que es bastante lógico que la designación del entrerriano Luis Miguel Etchevehere, que comenzará su gestión el próximo jueves, haya despertado expectativas.
¿Su juventud, tiene 49 años, provocará la suficiente empatía como para convocar a una nueva generación de dirigentes sub-30? ¿Se dejará llevar por su temperamento combativo y agudizará aún más la ya pésima relación con el Gobierno? ¿Significará un cambio el hecho que no represente a la pampa húmeda como fueron los últimos presidentes?
Estos interrogantes lo sobrevuelan y está claro que Etchevehere los tiene en cuenta, aunque parecieron no pesarle durante la entrevista. Le sirvieron los reflejos periodísticos heredados de su abuelo y de su padre, Luis Félix, apodado Zahorí, que dirigieron El Diario, de Paraná, y también de sus años como director del diario La Acción, de Nogoyá. Evidentemente son un activo que utilizará en el futuro pero que esta vez le sirvieron para medir cada palabra.
-¿Ser un dirigente entrerriano es sinónimo de combativo?
-No, para nada; pero es cierto que Entre Ríos es una provincia en donde no nos quedamos con la sentencia de nadie. No somos mansos frente a las decisiones autoritarias porque tenemos el derecho de poder oponernos y de discutir imposiciones y malas decisiones. Somos cuestionadores y tenemos una gimnasia con esto.
- La juventud siempre despierta expectativas. ¿Es un joven reformista?
-Puede ser que las expectativas se generen por un cambio generacional, porque es algo inusual que alguien de mi edad llegue a presidente de la Rural. Pero las entidades no pueden ser muy distintas a la forma de trabajar de la gente que la integra. El hombre de campo es muy dinámico, trabaja en redes, en equipo y esta comisión va a trabajar de esa forma. El cambio será profundizar lo que se viene realizando desde hace ya muchos años: estar muy cerca de los productores y profundizar el federalismo. Nuestra entidad por definición es federal.
-¿ Tendrá un estilo más cercano al de Luciano Miguens, más conciliador, o a las formas frontales y confrontativas de Hugo Luis Biolcati?
-Me siento cómodo y puedo ejercitar los dos estilos, dependiendo de las circunstancias. El desafío que tenemos es poder comunicar claramente qué es lo que necesita la gente de campo y su visión de las cosas.
Ojalá tengamos una gestión invisible, con diálogo, y que se puedan solucionar los problemas.
Claro, si no hay diálogo y fracasan todos los intentos, habrá que presentar claramente las cosas y convertirnos en la voz de los productores.
Teniendo en cuenta que 2013 será un año electoral, ¿van a desempeñar un papel gremial o tendrán una participación política?
-Nuestra acción es gremial, pero nos preocupan todos los temas por el simple hecho de que somos ciudadanos. Defendemos los intereses de la actividad, pero también nos preocupa el país. No estamos proscriptos de la política. Tenemos todo el derecho de estar opinando acerca de lo que sucede. A nuestros dirigentes siempre les decimos que formen parte de la vida cívica y que trabajen en los partidos políticos, cualquiera sea el que elijan.
-¿Cuáles son las prioridades que se impuso para el primer año de gestión?
-Seguir trabajando con la Mesa de Enlace. Entendemos que es mucho más eficiente para la gente de campo trabajar en conjunto. La vocación que tenemos en la SRA es la de encontrar los consensos con las autoridades y que esto se traduzca en políticas que incluyan a los productores.
-¿Cuál es el objetivo a cumplir al terminar su gestión?
-Que la comunidad valore de la manera más amplia el trabajo del campo en beneficio del país.
-¿De tener una audiencia con la presidenta Cristina Kirchner, qué le diría?
-Que el campo no es un enemigo. Que entendiera que el campo, con reglas claras, con previsibilidad, con determinados incentivos, puede ser un gran aliado y le puede dar muchísimo a este gobierno como a cualquier otro.