16/01/2019

Tras un año dificil en ventas: Cómo pinta el 2019 para el sector de la maquinaria agrícola

Sin seca a la vista y con mejor estado de los cultivos que en el 2018 se puede prever una reactivación de la demanda de equipos a medida que se capitalicen los buenos rindes. CLARÍN

Cuando se analicen los números definitivos del 2018, se podrá ver que el PBI habrá retrocedido entre 1,5 a 2% y que todos los sectores de la economía sufrieron en alguna medida. Uno de los que más acusó el impacto fue el de la maquinaria agrícola. La sequía fue un condimento importante que generó en una reducción de la producción de granos estimada en su momento entre un 18 y 20% del total proyectado. 
En ese contexto el productor optó por una posición muy conservadora en inversión de bienes de capital, es decir galpones, silos, maquinaria. Conocedores del negocio de la chapa de acero, un insumo crucial para la industria metalmecánica, comentaron que en condiciones normales el sector de la metalmecánica consume unas 150.000 toneladas de chapa, y en el 2018 ese número bajó a 100.000 toneladas. Todo un récord que indica la gran frenada de producción.
La crisis financiera con el aumento de tasas pegó fuerte y repercutió en toda la cadena. La falta de dinero hizo que las empresas bajaran inventarios, que resultaron encarecidos debido a las altas tasas, debido a precisamente la falta de dinero cash. Las empresas remataron stocks lo cual frenó muy rápido la economía. El peor momento fue noviembre, diciembre y enero, y entonces este es un verano de “vacaciones” con empresas cerradas durante tres semanas a un mes completo.

El 2019 será en principio un año para el sector sin nuevas deudas, sin secas y en principio sin mayores excesos de humedad, al menos de la magnitud de los ocurridos en otros años; salvo por supuesto en las zonas que hoy sufren inundaciones. Pero todavía se espera que los lotes a trabajar no ofrecerían los inconvenientes del año anteior y resultarán más prometedores en lo que a rinde se trata. Promesas que ni bien el productor las palpe en realidad, harán que comiencen las inversiones, que se ponga en movimeinto la rueda productiva. Y comenzará la recuperación de ese 2% perdido del PBI.
Desde otro ángulo, el sector energético con sus inversiones y sus exportaciones y el cese de importaciones, comienza a empujar con aporte de divisas genuinas. Parece que los reservorios de gas son más productivos que lo esperado, y hasta se genera la necesidad de nuevos gasoductos. 
Otro renglón a tener en cuenta será el mejoramiento de economías regionales, otro el desarrollo de las obras públicas con participación de empresas privadas. Como se dice, la macroeconomía impacta en cada negocio en más o en menos. Y cuando el campo note que no tiene problemas climáticos, comenzará a invertir. Y será mayor el movimiento cuando aparezcan los mejores rindes.

Si hacemos un trazo anticipado del 2019 por capítulos de maquinaria y de acuerdo a las estaciones del año podemos prever que, hasta entrado abril, habrá una impronta con centro en el mantenimiento y conservación de la capacidad de operación del parque activo en equipos para la cosecha con reparación y conservación de cosechadoras, cabezales, autodescargables embolsadoras silos y tractores. Pero a medida que aparezcan nuevos vientos, comenzarán las inversiones en nuevos equipos, y se activará la demanda con los fondos provenientes de la cosecha de soja, del maíz, y del girasol.
La preparación de la siembra de fino con trigo a la cabeza será el primer renglón de equipos que deberá afrontar una demanda más activa y exigente. No será la primera vez que esta reacción ocurra de pronto y no alcance la producción de las primeras marcas de sembradoras cuyas líneas de producción precisarán más tiempo para despertarse. Y entonces serán demandadas fuertemente las otras marcas, las que no dominan el mercado. Ello ocurrió muchas veces antes. A la salida de otras crisis.
Ya cuando aparezca la demanda de equipos para la gruesa en julio y agosto será fuerte la avidez por las sembradoras con dosificación neumática, y los tractores con sistemas hidráulicos acorde a las necesidades técnicas de esas sembradoras. Por supuesto las fertilizadoras y las pulverizadoras no escaparán a esta demanda y sus fábricas intentarán reaccionar a tiempo para satisfacerla. Y ello hará que, una vez más, varios proveedores con sus marcas modelos y diferentes sistemas de aplicación concurran para atender al mercado.
El caso de la maquinaria forrajera y ganadera tendrá como siempre su propio capítulo, y allí habrá una mayor demanda, producto de las exportaciones del sector, que demandarán una mayor producción y por ende más forrajes, o sea más maquinaria como cortadoras, rastrillos, rotoenfardadoras y picadoras entre otros.
Por su parte el sector de los contratistas de maquinaria, tendrán en este un año de recuperación de su empresa, empujados por los buenos rindes que ya se dieron en el trigo y que seguirán dándose en la próxima gruesa.

Por supuesto, el año electoral agregará su cuota de incertidumbre, pero acotada en el tiempo. Y el año finalizaría con un balance positivo.