Pasaron siete meses de la última reunión de los integrantes de la Mesa de Enlace con el Gobierno nacional. Buzzi adelantó cambio de planes | Carlos Petroli - LA VOZ

La dirigencia rural corre con desazón las hojas del almanaque: tras el ajuste de las retenciones al biodiésel y los ajustes impositivos en las provincias, como el aprobado esta semana en Córdoba, el calendario marca que ya avanzaron siete meses desde la última reunión de la Comisión de Enlace en pleno con el Gobierno nacional.

En febrero, los líderes de las cuatro centrales estuvieron con el jefe de Agricultura, Norberto Yauhar. El motivo dominante era tratar el revés que comenzaba a dejar la sequía en la economía de los productores.

Pero cuando Yauhar insinuó armar una mesa política para formalizar un diálogo periódico con la cúpula colegiada, hubo tirones de orejas desde Olivos y hasta allí llegó la aproximación.

Después imperó el silencio y las ayudas por el fenómeno climático marcharon con parsimonia y según el color político de los bolsillos preparados para recibirlas.

A su paso por Córdoba esta semana, donde presentó su libro en homenaje al centenario de la FAA (y quizá como anticipo de un futuro desembarco en la política, pero recién cuando finalice su nuevo mandato en las filas agrarias) Eduardo Buzzi adelantó un cambio de estrategia: la de ir las entidades por separado detrás de encarrilar las demandas y las relaciones con la administración K. Esto implica apartarse del acuerdo participar en bloque en las tratativas con el Gobierno de Cristina Kirchner.
Buzzi reconoció que mantuvo ya un intercambio al respecto con el titular de Coninagro, Carlos Garetto, mientras esperan que el entrerriano Luis Miguel Etchevehere tome las riendas de la Sociedad Rural, en reemplazo de Hugo Luis Biolcati.

Coninagro y CRA realizarán entre el jueves y viernes de la semana próxima sendos congresos en los que se ventilará la situación del sector.

Las cooperativas agropecuarias representadas por Coninagro están en condiciones de invertir 1.850 millones de pesos hasta el 2015 en proyectos de agregado de valor desde economías regionales hasta productos tradicionales de la zona núcleo, consignó la entidad. Una señal de ir por la positiva luego a la hora de presentar sus demandas específicas.

Por las suyas, la FAA está embarcada en llevar a la acción sus reclamos gremiales: con la CTA de Pablo Micheli y organizaciones sociales de izquierda comenzaron a organizar un paro nacional y una marcha a la Plaza de Mayo para los primeros días de octubre.

La segmentación de políticas y una ley de arrendamientos que favorezca a los pequeños y medianos productores están en la agenda de la FAA. Para este segmento, el Gobierno dio un golpe de efecto: designó a Emilio Pérsico en la Subsecretaría de Agricultura Familiar, un cuadro político que ayudará al oficialismo en sus vínculos con un estrato numeroso y a la vez castigado del entramado rural.