La cifra representa el 8,9 por ciento de lo que gasta por año la actividad agropecuaria. LA NACION

Con la intención de dar a conocer la importancia productiva del agro en la economía nacional, y sin el perfil confrontativo con el Gobierno de los tiempos de la resolución 125, la Comisión de Enlace de entidades agropecuarias presentó ayer un trabajo sobre los gastos y la inversión de los llamados cultivos plurianuales (frutas, yerba mate y olivos, entre otros).

Según el informe, elaborado por técnicos de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), en estos cultivos se destinarán 16.693 millones de pesos para su desarrollo.

Esto representa el 8,9 por ciento del total de gastos e inversiones en la producción agropecuaria. El resto se integra con la ganadería bovina de carne (44%), los cultivos anuales extensivos (37,7%) y la ganadería bovina de leche (8,4%).

La presentación estuvo a cargo del jefe del Departamento de Investigación y Desarrollo de CREA, Ricardo Negri (h.), quien destacó que el 80% del gasto en estos cultivos tiene como destino las localidades donde se radican.

Junto con Negri (h.) estuvieron los presidentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati; de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Rubén Ferrero; de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Gareto, y el vicepresidente primero de la Federación Agraria Argentina (FAA), Julio Currás.

Biolcati advirtió que estas producciones atraviesan dificultades por la lejanía de los puertos y los riesgos climáticos que afrontan, así como complicaciones de comercialización. Para el dirigente, además, "resulta incomprensible que soporten retenciones, que ni siquiera significan montos importantes para las arcas del Estado pero sí para la subsistencia de miles de productores".

Biolcati destacó la importancia no sólo económica sino también geográfica de las economías regionales, por el alto uso de mano de obra y por la inversión que llevan adelante "en lugares en los que no siempre es fácil radicar emprendimientos".

Según el trabajo, el gasto y la inversión en estos cultivos se distribuye en 22 provincias, y sólo cinco tienen una participación del 66 por ciento. Mendoza y Tucumán, con la producción de uvas y limones, suman el 41 por ciento.

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Negri (h.) explicó que estos cultivos tienen un proceso económico de mediano plazo. "Se necesitan, en promedio, cuatro o cinco años para que una finca o una chacra sean productivas", recordó.

A su vez, describió que, como factores de riesgo, los cultivos plurianuales poseen "altas barreras de entrada y salida de la actividad". Esto se explica por las inversiones necesarias en adquisición de tierra, desarrollo de los cultivos y comercialización de productos. A diferencia de los granos como soja, maíz o trigo, donde la inversión es semestral o anual, las frutas, la caña de azúcar o la forestación "necesitan una importante inmovilización de recursos en el proceso de implantación y desarrollo vegetativo", dijo Negri.

Currás destacó que el trabajo presentado se vincula con la política agropecuaria, no sólo con la de las economías regionales sino en toda la producción. Respecto de los cultivos plurianuales, sostuvo que "no se trata de subsidiar un mes, sino lo que se necesita además es lograr el sustento de la producción; que ese productor sea viable". La referencia del dirigente se vincula con los subsidios que viene otorgando el Ministerio de Agricultura cuando estas producciones están en emergencia. "No podemos hablar sólo de producción sino también de productores, esta es una gran realidad que se manifiesta en las economías regionales muy a menudo", sostuvo Currás.

Con anterioridad, la Comisión de Enlace presentó trabajos sobre la inversión en agricultura, ganadería y lechería.

22 Provincias
Reciben la inversión de los cultivos plurianuales; en cinco de ellas se concentra el 66% de ese capital.

2,2 Millones de hectáreas
Es la superficie del territorio nacional que abarcan las producciones de este tipo.

44% Gasto en mano de obra
La mayor proporción de la inversión y el gasto se destina a las labores para manutención y producción.