06/03/2013

Scioli, Bonfatti y la Mesa de Enlace, en la inauguración de Expoagro

El gobernador bonaerense se diferenció de Olivos, habló de asociación estratégica e invitó a Buzzi a dialogar. MATÍAS LONGONI. CLARÍN


BARADERO. ENVIADO ESPECIAL - 06/03/13
El pabellón de la provincia de Buenos Aires en Expoagro ha sido pintado del naranja furioso que identifica la gestión de Daniel Scioli. El de Santa Fe luce rojo furioso, color característico del gobierno de Antonio Bonfatti, el único socialista en el país. La intensidad en los colores es el único rastro de furia que puede encontrarse en esta muestra agropecuaria, inaugurada ayer en un inédito marco de respeto y convivencia política.

Ambos mandatarios provinciales no solo posaron juntos para varias fotografías. También lo hicieron rodeados de los directivos de los diarios Clarín y La Nación (que comparten la organización de esta exposición agropecuaria) y de los máximos dirigentes de la Mesa de Enlace. A 121 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires esa muestra de tolerancia marca distancia con las políticas de la Casa Rosada.

En medio de la fuerte ofensiva del gobierno nacional contra los medios independientes, y en el contexto de un nuevo round de la pelea que el mismo Poder Ejecutivo mantiene con los dirigentes agropecuarios, la convivencia entre actores de diferente procedencia se convirtió ayer en un rasgo destacable.

En especial por Scioli, quien intenta gestos que lo muestren ajeno a la lógica confrontativa del kirchnerism o.

El gobernador bonaerense y su par santafesino protagonizaron una secuela. En menos de quince minutos participaron de tres ceremonias de “corte de cintas”: el de la muestra en general y el de los respectivos stands de sus provincias. Scioli, que llegó temprano, debió esperar unos minutos a un Bonfatti demorado. Pero después caminó junto a él por varias cuadras, yendo del naranja al rojo. Los acompañó además un rival directo de la presidenta Cristina Kirchner en las últimas presidenciales, el líder del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner.

Scioli no se mostró incómodo, aunque su visita a Expoagro fue rápida y realizó pocas declaraciones. De entrada supo que iba a provocar enojos. Ni bien pisó el predio, se saludó con Eduardo Buzzi, líder de la Federación Agraria. “ Ché Daniel… ¿Vos sabes que el gobierno no va a tomar bien esta foto, no?

”, le preguntó el dirigente. El gobernador levantó los hombros y simplemente lo invitó a tomar un café, algún día en La Plata.

“Debemos trabajar codo a codo con cada sector de la producción en pos de mejorar la competitividad y aumentar la productividad”, argumentó Scioli, quien además calificó a “la articulación público–privada” como una “asociación estratégica que da sustentabilidad al crecimiento”. A su lado lo escuchaba otro conciliador por naturaleza, el titular de la UIA, José Ignacio De Mendiguren.

“Acá nos unen los productores, los industriales. Nos une la realidad de que debemos dar respuesta al campo desde nuestras provincias, articulando entre el sector público y el privado”, señaló Bonfatti, intentando convertir en normal lo que hoy resulta extraño.

Jorge Solmi, diputado bonaerense surgido del ruralismo, valoró el tono conciliador de Scioli. Pero aclaró que el oficialismo provincial tiene muchas explicaciones para dar, como lo que sucede con el revalúo del inmobiliario rural.