El directorio del Banco Central aprobó ayer una mejora en las condiciones de constitución de los denominados “plazos fijos chacareros”, que consiste en remover los límites para la renovación de las colocaciones. Se trata de una herramienta con la que el Gobierno busca fomentar la liquidación de divisas del agro, en momentos de zozobra para las reservas internacionales. AMBITO WEB

Los plazos fijos chacareros pueden constituirlos las personas y empresas con actividad agrícola y su rendimiento está relacionado al valor de los cereales u oleaginosas y de la cotización del dólar estadounidense. De esta manera, obtienen el mismo tipo de cobertura dolarizada que poseen cuando retienen sus granos, como estrategia para preservar el valor de sus activos y especular con la elevada brecha cambiaria.

El equipo económico venía analizando alternativas para estimular las ventas de soja. Es que, a pesar de la liquidación récord de agrodólares impulsada por los altos precios de los commodities en el marco de la guerra en Ucrania, a esta altura del año los funcionarios observan una demora en las exportaciones de la oleaginosa medida en cantidades. Ese retraso equivale a unos u$s2.500 millones, según señaló días atrás el presidente del BCRA, Miguel Pesce.

El ingreso de esas divisas y el despliegue de una sintonía fina en la administración de las compras al exterior que permita desacelerar las importaciones (que en mayo marcaron un récord al superar los u$s7.800 millones) constituyen las principales apuestas para encarrilar el complicado proceso de acumulación de reservas hacia el cumplimiento de la meta anual. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional establece un objetivo de crecimiento de las tenencias netas de u$s5.800 millones para 2022.

La condición establecida en los plazos fijos chacareros es que el monto no supere hasta dos veces el valor total de las ventas registradas este año. Con la decisión de ayer, el BCRA dispuso que se admita “la renovación de esas inversiones a plazo existentes a la fecha por hasta el monto a cobrar a sus vencimientos sin tener en cuenta ese límite de manera de mantener el incentivo a la venta de la cosecha”.

Además, el directorio del Central decidió elevar el monto para el acceso al financiamiento en pesos de las empresas agroexportadoras, destinado a la compra para exportación, a $15.000 millones cuando los controlantes sean residentes en el país.

En la misma línea, el miércoles el Banco Nación había relanzado la opción de inversión en depósitos a plazos fijos dólar linked para el sector agrícola. En el caso de la herramienta del BNA, el capital a invertir es en pesos, atado al dólar, y el plazo de colocación cuenta con un mínimo de 60 días y un máximo de hasta 370 días. El monto mínimo es de $1.500 y el monto máximo de $500 millones, y no puede superar el doble de las ventas totales del titular del depósito, en cereales u oleaginosas, registradas a partir del 1 de noviembre de 2019.