15/05/2020

Por la bajante del Rio Paraná, dragas tuvieron que abrir el paso para permitir la navegación en plena época de cosecha

El lecho del río se había reducido al Sur de Arroyo Seco, lo que se sumó a la falta de lluvias y complicó la actividad en los puertos del Gran Rosario, donde se concentra la exportación del sector agroindustrial. INFOBAE

Solucionaron la reducción del lecho del Río Paraná que afectaba a la navegación comercial (Bolsa de Comercio de Rosario)
En las últimas horas se resolvió el problema que se había generado a partir de la reducción del lecho del canal principal de navegación del Río Paraná, al Sur de la ciudad santafesina de Arroyo Seco, entre el kilómetro 380 y 392 de dicho río.
De acuerdo a lo que comentó a este medio, Guillermo Wade, Gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, “las dragas hicieron un buen trabajo limpiando todo lo que se había desmoronado en el Km 388 y luego se movieron al km 401 y 402 para mejorar la profundidad. El equipo de la Dirección Técnica de Control verificó los relevamientos batimétricos y los cuatro buques que habían quedado pasados de calado debido al derrumbe del veril anoche fueron autorizados por Prefectura a zarpar hacia destino”.
El problema se había generado, según expresó la empresa concesionaria de la Hidrovía en un comunicado, por una pérdida adicional de más de 1,5 metros de profundidad, por causas naturales. A la brevedad concurrieron al lugar las dragas “Alvar Nuñez Cabeza de Vaca” y “Manzanillo” con el objetivo de restablecer las condiciones de navegabilidad del río en dicha zona, lo que complicó la actividad en los puertos del Gran Rosario, en pleno desarrollo de la cosecha de soja y maíz.
A todo eso, se suma la bajante del Río Paraná. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que dicha situación provocaría pérdidas por más de 240 millones de dólares en el primer cuatrimestre del presente año. Hay que recordar que el sector agroindustrial instalado en la zona del Gran Rosario, concentra el 80% de la capacidad teórica diaria de procesamiento de soja y girasol que tiene Argentina. Además, desde estas terminales portuarias se despacharon el año pasado el 67% de los granos, el 96% de las harinas y el 93% de los aceites vegetales que exportó el país en el período.
El relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario sostiene que en la última semana, “la altura del río medida por el hidrómetro ubicado en Rosario tuvo un fuerte descenso de 0,34 m, para ubicarse al miércoles 22 a las 00.00hs en los 0,4 m, el guarismo más bajo desde 1971, y sin antecedentes para el mes de abril desde que comienzan los registros en 1884. Este nivel resulta, además, muy inferior al mínimo de 2,47 metros que tiene que registrarse a la altura de Rosario para que Hidrovía S.A. tenga la obligación de garantizar los 34 pies de calado”.
Los especialistas de la Bolsa de Rosario, comentaron que la bajante del Paraná provoca complicaciones en la logística de exportación, industrialización, operatividad y a los costos asociados que reportan las mismas empresas del sector, surgen los costos relacionados a la necesidad de ajustar el volumen de carga en el Gran Rosario y completar la carga en otros puertos de la zona y costos de buques de menor porte que incurren en un falso flete al no poder completar su capacidad máxima de carga.
Precipitaciones
Por otro lado, Guillermo Wade recordó: “Habitualmente en esta época el calado de despacho está en 30 pies 4 pulgadas y en la actualidad se encuentra en 29 pies 2 pulgadas. En relación a lo que son los Panamax, que son los barcos de diseño, por cada 2.200 toneladas el barco se sumerge 1 pie. Así que si restamos en una cuenta muy rápida los 34 pies que es el calado habitual menos los 29 pies, son cinco pies de diferencia y si lo multiplicamos por las 2.200 toneladas, ese barco está navegando con 11.000 toneladas menos de lo habitual, entre un 22 y 24% de caída de lo que se carga en una época normal”.
Sobre las perspectivas de precipitaciones que permitan mejorar la bajante que hoy presenta el Río Paraná, Wade dijo, “los pronósticos son de que la cantidad de precipitaciones en toda la cuenca alta e intermedia, van a seguir por debajo de lo normal como sucedió en los últimos 3 años. Normalmente los períodos de lluvias se registran en verano, entre diciembre y marzo, y son los milímetros que ayudan a recuperar la cuenca. Hoy todas las represas están trabajando por debajo de los niveles operativos. Pero por más que entreguen un poco más de agua, no pueden sostener una mayor entrega de caudal de agua, porque no lo tienen y además pondrán a la represa por debajo de los niveles operativos”.