El clima en el campo. Cristian Mira | LA NACION

Un relevamiento realizado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) dio como resultado que, por la sequía, habrá una pérdida productiva de 9,5 millones de toneladas de maíz y de soja.

Este volumen representa, según la estimación de la entidad, una pérdida económica en la provincia de Buenos Aires de 3275,76 millones de dólares. La cifra implicará para los productores una caída de ingresos por 1660 millones de dólares, mientras que el Estado nacional dejará de percibir en concepto de derechos de exportación un total de 982,25 millones de dólares. Además, la merma de ingresos se extenderá a los servicios que se prestan en el momento de la cosecha. Así, según la entidad ruralista, no se facturarán en esta campaña agrícola unos 632 millones de dólares.

El relevamiento fue realizado entre 80 sociedades rurales del territorio bonaerense afiliadas a la entidad. Sus resultados serán presentados hoy por el presidente de Carbap, Alberto Frola, al ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, en la reunión que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) mantendrá con el jefe de la cartera agrícola.



Por otra parte, la misma información estará en manos del ministro bonaerense de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, que volvió a convocar para hoy a la mesa de emergencia provincial.

Según Carbap, la sequía golpeó más duro al maíz. Calculó que el 45 por ciento del cereal está afectado, lo que se reflejará en un menor rinde y una menor superficie cosechada sobre el total implantado. Parte del maíz que no se cosechará como grano ya se dio como alimento al ganado.

En soja, se prevé una disminución del 30 por ciento sobre la producción prevista. Las mermas se deben a una caída en los rendimientos de la soja de primera -que se siembra en octubre y parte de noviembre- y a la "inconclusa siembra de segunda (sobre trigo o cebada), sumado al malogrado nacimiento por carencia de humedad y altísimas termperaturas de lotes de segunda que alcanzaron a sembrarse en fecha propicia".

En volumen, la caída sería de cinco millones de toneladas, sobre un máximo esperado de 16,5 millones de toneladas.

"Creemos que aún es una estimación conservadora porque los principales partidos productores de soja, por ejemplo, fueron las áreas más afectadas por la falta de lluvias", explicó Alfredo Rodes, director ejecutivo de Carbap.

Por ejemplo, General Villegas, en el norte bonaerense, y Pergamino, en el Oeste, son los dos partidos principales de producción de soja, con 279.500 y 190.009 hectáreas, respectivamente, según la última campaña agrícola.

A su vez, en 15 partidos de la provincia de Buenos Aires se concentra el 44,26% de la producción de soja. Para el maíz, en el 20 por ciento del territorio representa el 60 por ciento de la producción de la provincia.

En Buenos Aires, según la entidad, se produce el 35 por ciento del maíz del total nacional, mientras que en soja esa proporción es del 32 por ciento. En ambos casos se tomó como punto de comparación la campaña 2010/11.

Otro propósito que busca Carbap con el relevamiento es plantear el efecto que provocan los derechos de exportación. Según la entidad, aun con la sequía, el Estado nacional recaudaría 2048 millones de dólares. La cifra "es mayor" que "la pérdida ocurrida ya a los productores" por efecto de la sequía, estimada en 1660,87 millones de dólares.

No obstante, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, descartó la semana pasada al término de la primera reunión de la Comisión Nacional de Emergencia Económica que pudiera haber una reducción de los derechos de exportación.

Al conocerse las primeras advertencias de los productores sobre los efectos de la sequía, las entidades rurales reclamaron, con diferencias, la reducción de las retenciones. Mientras la Federación Agraria Argentina (FAA) reclamó la segmentación de los derechos de exportación en favor de los productores chicos y medianos, el resto de las entidades pidió una rebaja general.