Las grandes firmas exportadoras habían pasado a financiarse en pesos en el mercado local por la fuerte devaluación del peso. Ahora las obligan a endeudarse en dólares. JULIÁN GUARINO. EL CRONISTA
En su afán por generar un marco (normativo) que impulse a las empresas a financiarse en el exterior para traer dólares al país, el Banco Central volvió ayer a generar cambios en las condiciones que rigen el comercio exterior. Por un lado, la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont dispuso que los bancos locales deben respetar un techo de su capacidad prestable destinada a las grandes firmas exportadoras, en especial a las firmas cerealeras. La capacidad de préstamo de depósitos en pesos y recursos líquidos será el 0,3 % de la suma de los depósitos en pesos neta de su exigencia de efectivo mínimo y los recursos propios líquidos de la entidad, señala la Comunicación A 5493.
Por otro lado, la entidad rectora señaló que se entiende como gran empresa exportadora, a los efectos de esta nueva norma, a aquellas que exportan el 75% o más de su producción y que, a la vez, tienen un saldo de deuda en pesos no menor a $ 200 millones.
Según fuentes del BCRA, las empresas incluidas en esta definición son esencialmente siete grandes firmas cerealeras que modificaron durante el presente año su formato de financiamiento. Este año, las cerealeras cancelaron 2.000 millones de dólares de líneas crediticias que habían tomado en el exterior, y comenzaron a financiarse en pesos en el mercado local, concentrando de esta forma el mercado de crédito en pesos y desplazando a otros potenciales tomadores de financiamiento en moneda local, dijeron en el BCRA.
Para evitar que esta situación se agudice, y dado que se trata de empresas generadoras de divisas y con capacidad para financiarse en el exterior, en la entidad vieron con buenos ojos realizar modificaciones.
Según pudo saber El Cronista, el tema había sido analizado hace alrededor de un mes por la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, con las grandes cerealeras, que habían asumido el compromiso de recomponer sus líneas de financiamiento en el exterior. En aquél momento, Kicillof se habría mostrado algo renuente a fomentar esta forma de financiamiento pero en el BCRA no lo dudaron y siguieron presionando. Como las empresas del sector habrían demorado en realizar los cambios, el BCRA optó por reglamentarlo.
El Banco Central cree que un cambio normativo nos pondrá inmediatamente a traer dólares al país y no es así. Hay una cuestión de tiempos que es natural, creemos que faltan liquidar varios miles de millones de dólares, señalaron en el sector.
Por otro lado, sostienen que el cambio en la forma de financiarse obedeció a que el Banco Central aceleró la devaluación de la moneda y resultaba peligroso tomar crédito en dólares sin saber qué posibilidades de cancelarlo se iba a tener.
Sin embargo, en el BCRA sostuvieron que el mayor uso del crédito internacional por parte de las grandes empresas mencionadas contribuirá a liberar capacidad prestable del sistema financiero, mejorando así el acceso al crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas y otros sectores de la economía que operan en el mercado local.