José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas y Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario hablaron sobre las lluvias que se dieron en los últimos meses y cómo afecta a la cosecha gruesa. INFOBAE

A Brazilian soldier puts out fires at the Nova Fronteira region in Novo Progresso, Brazil, Tuesday, Sept. 3, 2019. Brazilian President Jair Bolsonaro sent the military to help extinguish some fires. Last week, he passed a decree banning most fires for land-clearing for a period of 60 days, although he later limited the ban to the Amazon. (AP Photo/Leo Correa)
El otoño ha dejado un nivel bajo en lluvias para las necesidades que tienen los suelos agrícolas en la Pampa Húmeda, en buena medida por la quema registrada de amplias zonas del Amazonas. Aunque con valores escasos, las precipitaciones en el arranque de la semana se centraron en el centro de Santa Fe y en Entre Ríos, donde se registró hasta 70 milímetros.
José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas, indicó a Infobae que "el período seco en Brasil va de julio a noviembre, que es cuando se producen los incendios llamadas 'quemadas'. Allí se quema masa verde, algo que hace disminuir el contenido de humedad en la atmósfera, por ello los vientos que vienen del norte hace que caiga el flujo de humedad y lleguen debilitados: así, llueve menos en Brasil, y esto tiene su efecto en Paraguay, Bolivia, Uruguay y en varias zonas de Argentina".
"La inhibición del flujo de humedad en la zona núcleo afecta fundamentalmente a la cosecha gruesa: así vimos en agosto lluvias por debajo de lo normal, y este mes de septiembre en áreas del centro y sur de Buenos Aires contará con lluvias por debajo de lo normal. Nada es lineal, ya que también hay otros mecanismos que producen precipitaciones en la Argentina", explicó.
Según Aiello: "En este último período de lluvias se dieron más en la zona este de la región pampeana, y en Entre Ríos, y no en el centro y oeste de la zona núcleo. Esto es acción de los incendios que se registraron en el Amazonas sobre la climatología argentina".
Según Aiello, el período seco en Brasil va de julio a noviembre. Allí, disminuye el contenido de humedad en la atmósfera, por ello los vientos que vienen del norte hace que caiga el flujo de humedad y lleguen debilitados a la Argentina.
Cristian Russo,  jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, fue otro de los consultados por Infobae sobre las lluvias registradas en el arranque de la semana. "Estamos en el momento de la siembra del maíz en la zona núcleo, cuando se esperaba para ello una precipitación de entre 15 y 20 milímetros para iniciar las coberturas, y estas lluvias registradas dejaron un poco más de agua en zonas del centro de Santa Fe y Entre Ríos".
Así es que en campos ubicados en Rafaela -Santa Fe-, se registró una lluvia de 25 milímetros durante la jornada del lunes, y en amplias zonas de Entre Ríos, un promedio de 70 milímetros. "En la zona núcleo, indicó Russo, se registraron lluvias de entre 5 a 10 milímetros, las cuales se desplazan al noroeste".
En el Departamento de San Justo, se registró la caída de casi 39 milímetros en Colonia 10 de Julio, y de 24 mm en Altos de Chipión y de poco más de 17 en San Francisco. En Córdoba, en la zona de Monte Buey, en el Departamento de Marcos Juárez, cayeron casi 9 milímetros, y en Inriville, poco más de 5 milímetros.
Según Cristian Russo “estamos en la época de la siembra del maíz en la zona núcleo, donde se esperan hasta 20 mm de precipitaciones”.
Previsión climática para septiembre
Según indicó José Luis Aiello, "a partir de octubre y noviembre, comenzaran a incrementarse los flujos de humedad desde el norte que son de una magnitud mayor a los que puede producir el Amazonas. Esto se debe a que hay convergencia intertropical con ingreso en el hemisferio sur. Se debilitó el Niño pero vamos a ver un Niño de muy baja intensidad, que va a favorecer esos flujos de humedad que dimencionalmente son mayores a los que produjo la disminución de humedad del Amazonas".
"Con estos indicadores, creo que se lleva la mayor probabilidad, la promoción de una campaña con lluvias normales y adecuadas para los cultivos de la cosecha gruesa, aunque hay siempre anomalías que no son pronosticables", indicó el climatólogo.