Para las entregas sobre el Gran Rosario las ofertas de los exportadores crecieron de 205 a 210 dólares por tonelada; el clima comienza a influir sobre el mercado estadounidense. LA NACIÓN

La influencia de las importantes subas registradas en Chicago y la necesidad de los exportadores, que deben responder a un fluido programa de embarques en medio de una cosecha que evidencia demoras, fueron hoy los principales argumentos de la tendencia alcista de los precios del maíz en el mercado local de granos.
Por tonelada de maíz con entrega inmediata sobre terminales del Gran Rosario la demanda pagó hasta 210 dólares –su equivalente en moneda local, 19.408 pesos–, por encima de los 205 dólares propuestos ayer. Las mejoras también fueron de 5 dólares en Bahía Blanca y en Necochea, donde las propuestas de quienes completan buques en los puertos marítimos crecieron de 220 a 225 dólares por tonelada.
La tónica alcista del maíz se reflejó sobre las pizarras del Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones abril y julio sumaron US$2,50 y 2,30, tras pasar de 208 a 210,50 y de 195,50 a 197,80 dólares por tonelada.
El jueves pasado la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó el progreso de la cosecha de maíz argentino con destino a grano comercial sobre 12% del área apta, con una demora de 14 puntos respecto de igual momento de 2020, que en las próximas semanas podría acentuarse cuando los productores se concentren en la recolección de la soja.
Una fuente del sector comercial contó a LA NACION que pese a que los 210 dólares son un muy buen valor, “el mercado estuvo calmo y para la zona de influencia de Rosario se comercializaron no más de 60.000 toneladas”, lejos de las cerca de 250.000 toneladas negociadas el jueves pasado, cuando el precio del cereal dio el salto de 200 a 210 dólares, valor al que retornó hoy tras caer el lunes.
“Además del hecho de que el mercado ya había tocado los 210 dólares, otra de las razones de las escasas ventas de hoy tiene que ver con que los productores están mandando hacia la plaza mucha mercadería de los contratos acordados para las entregas en abril. Entonces, por el resto de su producción van a esperar a ver cómo evolucionan los precios, en función de lo que pase en Estados Unidos con el arranque de la nueva campaña”, contó el operador.
En ese sentido, con la siembra dando sus primeros pasos sobre el medio oeste, en la Bolsa de Chicago el maíz se negoció con importantes mejoras. Los contratos mayo y julio, los últimos del ciclo comercial 2020/2021, subieron hoy US$4,33 y 4,13, tras pasar de 224,01 a 228,34 y de 218,89 a 223,02 dólares por tonelada, mientras que la posición septiembre, que marca la entrada de la nueva cosecha, ganó US$3,93 al variar de 199,90 a 203,83 dólares.
Los fundamentos de las subas en el mercado externo fueron la puja entre la demanda interna (consumos e industria del etanol) y los exportadores, que se disputan las existencias finitas de maíz estadounidense a poco menos de cinco meses de la entrada del grano nuevo en el circuito comercial, y las primeras complicaciones que el clima le presenta a los agricultores de cara a esa cosecha.
Ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) relevó el avance de la siembra de maíz 2021/2022 sobre el 4% de los 36,88 millones de hectáreas previstos, por encima del 2% de la semana anterior; del 3% de igual momento de 2020, y del 3% promedio de los últimos cuatro ciclos agrícolas. Sin embargo, el progreso de la siembra fue menor al 6% estimado por los privados.
A ese dato, que se conoció luego del cierre de los negocios del lunes en Chicago, hoy se sumaron como factores alcistas los pronósticos de tiempo seco para los próximos 8 a 14 días sobre las principales zonas de producción de granos gruesos estadounidenses que, además, deberán soportar temperaturas gélidas, que en varios Estados se auguran abajo de cero grado. Esa combinación de eventos climáticos no resulta propicia para las siembras y, por eso, los especuladores que operan en el mercado estadounidense comenzaron a elucubrar con la posibilidad de que tierras inicialmente pensadas para el cereal puedan pasar a la soja.
Lo anterior encontró su grado de validación en el cierre de los precios de la soja en Chicago, donde mientras las posiciones mayo y julio sumaron US$2,75 y 2,11, al pasar de 507,80 a 510,55 y de 506,70 a 508,81 dólares por tonelada, el contrato noviembre, que marca la entrada de la nueva cosecha, apenas subió US$0,37, de 459,39 a 459,76 dólares.
En el nivel local, las ofertas de las fábricas por la soja con entrega inmediata creció de 320 a 322 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario. El valor propuesto hoy, equivalente a 29.760 pesos, quedó lejos de los 30.789 pesos que la Bolsa de Comercio de Rosario calculó como el FAS teórico para la industria aceitera exportadora.
En el Matba Rofex los contratos mayo y julio de la soja sumaron un dólar, al crecer de 328,50 a 329,50 y de 332,50 a 333,50 dólares por tonelada.
Dante Rofi