11/09/2018

Maíz: el cereal que genera alcohol y hasta sustrato para hidroponía

En Bioeléctrica, el líquido que sale de los biodigestors se usa como fertilizante. Permite un ahorro en el maíz de 80 dólares por hectárea. AGROVOZ

Alejandro Rollán

En la planta de Bio 4, la transformación del maíz en energía es continua y circular.
El grano que ingresa a sus instalaciones es el mismo que comercializa un productor o un acopio: con condición cámara y al valor del mercado. Durante su proceso de molienda se convierte en una “polenta” en estado seco con un 14 por ciento de humedad. A esa pasta se le agrega calor y humedad y se lleva a fermentación durante 60 horas. “Cada 2,5 kilos de maíz se hace uno de alcohol”, comparó Di Bella. Por día, la planta riocuartense muele 600 toneladas de maíz.
Una vez terminado el proceso de fermentación se produce la separación: a la burlanda húmeda se le extrae el alcohol a través de las columnas de destilación. Hacia abajo se conduce la burlanda y por acción del calor el alcohol se evapora y se dirige hacia el extremo superior de columna. Allí, al tomar contacto con la temperatura ambiente se hace líquido.
Durante ese proceso de separación se obtienen dos subproductos. La burlanda húmeda y una vinaza liviana que aún tiene maíz.
“Esa vinaza se evapora y se convierte en un jarabe que se vende como balanceado. Ambos productos, junto la burlanda seca, se destinan a la alimentación animal”, indicó Di Bella.
El maíz se ilumina
La idea de seguir integrando procesos es inagotable en la empresa. Es por ello que los productores dueños de Bio 4 comprobaron que las plantas de biogás, que utilizan para generar energía eléctrica, podían utilizar la vinaza como combustible. En reemplazo del silo de maíz.
Según comentó Di Bella, la vinaza se fermenta en los digestores y se convierte en un biogás que alimenta un motor de 1.500 HP que genera energía eléctrica.
En las dos plantas de Central Bioeléctrica Río Cuarto, una que funciona en el predio de Bio 4 y la otra en un campo ubicado a menos de un kilómetro, tres motores producen cada uno un mega hora de potencia. En breve, este verdadero polo de generación de energía –a partir del maíz– contará con cinco impulsores que producirán cinco mega para el mercado eléctrico nacional.
Pero la reutilización de productos derivados de la molienda del cereal no termina ahí. En Bio 4, el líquido que sale de los biodigestores de la planta de Bioeléctrica se recircula como agua en los fermentadores.
Mientras que el sólido se comercializa como una turba. Mientras que en Bioeléctrica, con el subproducto líquido se riegan los lotes que llevan maíz, lo que permite reemplazar las fuentes de fósforo y urea. “El uso de ese fertilizante nos genera un ahorro de entre 80 y 90 dólares en los costos de producción del maíz”, dimensionó Di Bella.
¿El sólido? Se están haciendo pruebas para su utilización como sustrato en hidroponía. Un pequeño invernadero ubicado en Bio 4 es parte de los ensayos.
Se viene un “feedlot”
Como si esto fuera poco, la empresa tiene en estudio la incorporación de un eslabón más. La construcción de un feedlot para proveer de efluentes ganaderos a los biodigestores. Funcionaría en las instalaciones de la Central Bioeléctrica Río Cuarto, en la actual playa donde se acopian los bolsones.
Allí se construirían corrales con caños galvanizados y, posiblemente con paneles solares como cobertura, para albergar a mil novillos.