Tras más de diez días sin precipitaciones, se registraron lluvias de variada intensidad en buena parte de la zona núcleo. Sin embargo, no cesa el pedido para que se ayude al sector. PAULA LÓPEZ. EL CRONISTA.

Aunque de manera muy despareja, las lluvias comenzaron a registrarse ayer en distintos puntos productivos de La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Si bien el alivio está lejos de ser una realidad, porque solo en algunas zonas, como en parte de Córdoba hubo lluvias por encima de 200 mm y hasta caída de granizo, se trata de la primera tanda de precipitaciones que se produce en lo que va del año, y en sintonía con distintos pronósticos que daban cuenta ya a mediados de la semana pasada que las lluvias, aunque débiles iban a llegar por estos días.

En ese contexto, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Carlos Casamiquela, subrayó que en unos 10 días se podrá analizar en profundidad cuál fue el impacto de la sequía para la producción de maíz y soja, aunque aclaró que será menor a la emergencia hídrica de 2008, pese a las advertencias rurales en cuanto a que los estragos pueden ser mayores que hace tres ciclos.

Para hoy se prevé que continúe el tiempo inestable en el centro del país, con descenso de la temperatura y una mayor probabilidad de lluvias para Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y en el centro y norte de
Buenos Aires. En tanto, para mañana –cuando se reúna la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria– se auguran lluvias para el norte del país, con probables tormentas en Formosa, Chaco, Salta, Santiago del Estero y el castigado norte de Santa Fe.
Sin alivio de momento

La incipiente lluvia no frenó los reclamos sectoriales por auxilio económico para afrontar la situación. En ese contexto, el senador Carlos Reutemann le dio su espaldarazo al pedido que las entidades rurales hicieron para que haya una baja en las alícuotas de retenciones agrarias.

“Centenares de productores ya lo han perdido todo. Las primeras estimaciones marcan que hay más de 10 millones de toneladas perdidas de maíz y, en el caso de la soja, difícilmente se alcancen los 50 millones de toneladas”, planteó Reutemann. Y consideró que “si las retenciones fueron una medida comprensible en tiempos posteriores a la crisis del país de 2001, y si gracias a esos recursos se fue posibilitando la salida de aquellos años tan críticos, ahora, en que es el campo el que está sufriendo una crisis endógena por las inclemencias del clima, esas retenciones, al menos en los altísimos niveles en los que se las ha venido fijando terminan, ya no por ser desalentadoras de una producción, sino que se transforman lisa y llanamente en un injusto castigo”, remarcó Reutemann.

Por eso, el senador afirmó que “vería con agrado” que el Gobierno adoptara “de manera inmediata” la iniciativa propuesta por los ruralistas.

A esos reclamos también se sumó el diputado por el GEN, Gerardo Milman, quien solicitó al vicepresidente Amado Boudou que convoque a sesiones extraordinarias del Congreso para debatir emergencia agropecuaria y una suspensión por 180 días de las retenciones agrarias. Por su parte, el diputado Francisco de Narváez reclamó que el Gobierno “cumpla con la ley que establece procedimientos para asistir sin demoras a las zonas de emergencia y desastre” por la sequía.

El legislador del Frente Peronista solicitó abrir “el debate sobre una baja parcial de las retenciones en las zonas más afectadas”, dado que “el campo ha hecho un gran aporte en estos años, ahora es tiempo de asistirlo como corresponde”.