De un año al otro se redujo en poco más de u$s2.500 millones. Los factores determinantes fueron la mayor retención de soja por parte de los productores y la baja de los precios internacionales. ÁMBITO
YANINA OTERO
Hasta el 29 de diciembre pasado las empresas agroexportadoras de la Argentina habían liquidado en total, durante todo el año, poco más de u$s21.399 millones, lo que indica un retroceso del 10,% respecto a la misma fecha pero del año anterior. De esta manera se confirma el menor ingreso de dólares proveniente de la exportación de granos y subproductos que fue moneda corriente durante todo el año.
Lo paradójico del asunto es que ingresaron menos divisas en un año en el que el campo logró una cosecha récord de poco más de 130 millones de toneladas.
Para entender el porqué de la cuestión son varios los puntos a tener en cuenta. En primer lugar, parte del retroceso viene atado a la baja de los precios internacionales de los commodities, muy lejos están hoy los valores de aquella soja que llegó a cotizar a más de u$s500 por tonelada en 2012 porque el valor FOB promedio de la oleaginosa durante diciembre de 2017 rondó los u$s370.
En segundo lugar, mientras que la eliminación de las retenciones a los cereales alentó este negocio, en lo que respecta a la soja la historia fue totalmente distinta. Básicamente el productor retuvo grano esperando la reducción del 0,5% por mes del tributo que comenzó a regir ayer (ver nota abajo).
Lo cierto es que hubo menos operaciones en el mercado y esto se reflejó fuerte en la liquidación de divisas, porque la soja y sus subproductos son los principales aportantes.
Una situación similar se vivió durante el 2015, los productores agropecuarios apostaron al cambio de Gobierno y la promesa de Mauricio Macri para llegar a la presidencia fue justamente la eliminación o baja, según el producto, de las retenciones, entonces esperando el resultado de las elecciones retuvieron granos en los últimos meses del año.
Otra cuestión a tener en cuenta es que a partir de noviembre del año pasado y por decreto el Gobierno nacional quitó la obligación a las empresas de liquidar divisas dentro de un tiempo estipulado. Anteriormente lo había estirado hasta los 10 años, porque en 2012, en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner fue estipulado en 30 días.
Finalmente, el último punto que viene a confirmar la tendencia y mostrar a las claras el retroceso en materia exportadora, son las últimas cifras del INDEC, porque a noviembre las exportaciones del complejo soja mostraban una caída, en el caso del poroto de soja de casi el 19% y del 7,6% en las harinas proteicas.
En valores absolutos, las exportaciones de harina de soja, aceite y porotos se reduce en u$s1.366 millones respecto del año pasado.
Además, al mes de noviembre, los envíos del complejo soja (incluido el biodiésel) resultaban u$s1.430 millones inferiores a las de 2016 y u$s1.550 millones a las de 2015.