11/12/2018

Las cadenas agroindustriales temen por regulaciones de Europa contra los agroquímicos

Las entidades que nuclean a los actores de la soja, el maíz, el girasol y el trigo leyeron un mensaje conjunto en el que subrayaron cuáles son los temas prioritarios para atender. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

Como es tradicional en el cierre de cada año, la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), la Asociación Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar), la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) leyeron un mensaje conjunto en el que plantearon los principales temas que consideran deberían atenderse para potenciar su actividad, fundamentalmente a través de las exportaciones.
Uno de los aspectos que señalaron en ese sentido fue la preocupación por las “políticas aislacionistas, que protegen la industrialización en destino” que llevan adelante varios países compradores de mercadería argentina, lo que “pone en peligro a importantes ramas de la agroindustria”. 
“Es fundamental definir políticas que equilibren la cancha de modo que podamos incrementar la participación del agregado de valor en nuestras exportaciones y que no suceda lo contrario. Sabemos del enorme esfuerzo que se viene haciendo para abrir nuevos mercados, pero debemos redoblar los mismos para evitar reprimarizar nuestras exportaciones”, indicaron las entidades. 
Fitosanitarios
En este contexto, un par de párrafos dedicaron a otro tema que viene generando mucha inquietud: los cambios que se vienen propiciando en el sistema regulatorio europeo, en relación al uso de agroquímicos.
“La adopción de criterios de peligro en reemplazo de criterios de evaluación de riesgo sanitario afecta sensiblemente el uso de fitosanitarios. Es clave articular acciones entre los sectores público y privado para consolidar la estrategia de defensa junto a los otros países afectados”, subrayaron las cadenas.   
En ese sentido, recordaron que “el desarrollo de cosechas más productivas a partir de la ciencia y la tecnología, con la biotecnología como herramienta fundamental, es el único camino para aumentar la producción mundial de alimentos sin incrementar fuertemente la superficie cultivada y al mismo tiempo cuidando el ambiente”.
Y señalaron que el trabajo también es puertas adentro del país: “Queda pendiente corregir los problemas que ocasionan las asimetrías entre las regulaciones municipales, provinciales y nacionales, en relación a las aplicaciones de fitosanitarios”.
Impuestos
Por otro lado, también hicieron referencia al difícil escenario económico. “Entendemos y compartimos la necesidad de equilibrar las cuentas del estado. Pero, el costo impositivo que hoy tenemos es sofocante y no es sostenible”, manifestaron.