Ante la creciente amenaza de la “chicharrita” en los campos de maíz, la Secretaría de Bioeconomía convocó a la mesa de enlace a una reunión con los cuadros técnicos especializados de las entidades gremiales del campo. El encuentro, tuvo como objetivo analizar la situación actual y compartir información crucial sobre la incidencia de esta plaga en los cultivos de maíz en toda la extensión del país.
El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, encabezó el encuentro, en el cual se discutieron estrategias y acciones concretas para mitigar los daños actuales y prevenir futuros impactos en la industria maicera del país.
En la reunión, participaron instituciones y expertos del ámbito agrícola, incluyendo al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Sociedad Rural Argentina (SRA), Federación Agraria Argentina (FAA), así como profesores de la Universidad de Buenos Aires (UBA), representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y del Instituto Nacional de Semillas (INASE).
En ese sentido, el Gobierno anunció recientemente medidas para acelerar los tiempos de aprobación de insecticidas destinados a combatir esta amenaza. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) se encuentra en proceso de evaluación para la aprobación de dos insecticidas específicos recomendados para el control de la chicharrita. Esta medida, de ser implementada, podría significar “un avance crucial en la defensa de la producción de maíz en Argentina”.
Tras la reunión, Marcos Mathé, director de la SRA, compartió con TN las discusiones llevadas a cabo, señalando que “se hablaron todos los temas de precaución y no hay ninguno de los híbridos ni tropicales ni templados que realmente ellos puedan decir cuáles son los que uno puede utilizar; son todos no resistentes”.
“Por lo tanto, se explorará qué materiales pueden tener una mayor persistencia o no; los semilleros están trabajando en ello y se busca la aprobación de productos fitosanitarios, así como la especificación de materiales y el curado de la semilla. Estas acciones parecen favorecer el control de la plaga, además se está solicitando subsidios para los herbicidas”, añadió.
Por consiguiente, Mathé afirmó: “Tratar de lograr el control del vector y los dos virus que transmite las bacterias, y se está colocando a través del INTA las trampas monocromáticas que son en realidad lo más importante en este momento para hacer un relevamiento de la enfermedad”.
El director de la SRA también resaltó la endemicidad de la enfermedad en las regiones del NEA y el NOA, subrayando la necesidad de un control exhaustivo sobre el vector, así como sobre los cultivos y los rastrojos. Mathé expresó: “La enfermedad es endémica en el NEA y el NOA. Es necesario controlar el vector y sobre todo los cultivos y los rastrojos que pueden quedar en este momento”.
En cuanto a las medidas de emergencia, Mathé mencionó la posibilidad de activar protocolos a nivel nacional. Destacó: “Como medida precautoria se pidió avanzar con la declaración de emergencia nacional”. También señaló la iniciativa de formar una comisión para abordar este tema, con reuniones programadas cada 15 días para evaluar la situación en cada zona.
Finalmente, Mathé compartió estimaciones sobre el impacto en la producción de maíz, señalando discrepancias en los cálculos. Destacó: “Se habla hoy de un daño entre el 10 y el 12% de la producción de maíz, lo cual muchos dicen que es muchísimo más”.
En este contexto, los últimos datos provenientes de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) pintan un panorama preocupante para la producción de maíz. Las pérdidas estimadas en 6.5 millones de toneladas debido a la infestación de chicharritas generaron preocupación en el sector agrícola.