19/04/2013

La protesta nacional, para después de la cosecha

La Mesa de Enlace decidió agendar más asambleas en el calendario deliberativo. La FAA propondrá una jornada nacional de protesta.  LA VOZ. Carlos Pertroli.


Las centrales rurales decidieron correr hacia fines de mayo una definición sobre medidas de fuerza en el sector. Por ahora, la estrategia es continuar en estado deliberativo: se harán dos asambleas en ámbitos de las economías regionales (Mendoza y Río Negro) y una en la cuenca ganadera de la provincia de Buenos Aires.

La conclusión ha sido consultar a las bases, juntar mayores fuerzas y también desplazar el momento de una potencial manifestación de protesta hacia el final de la cosecha, en vistas de que durante este mes y el próximo se concentra la mayor actividad tranqueras adentro y el movimiento de los granos hacia los acopios y fábricas.

A mediados de la semana, los líderes rurales deliberaron en Santa Fe, con un diagnóstico ya conocido: la fuerte pérdida de competitividad, deterioradas relaciones insumo/producto a causa de la inflación, atraso cambiario, elevadas retenciones, con componentes tales como el aumento de los combustibles, agroquímicos y fertilizantes. Todo en medio de la brecha cambiaria y el rebote a la baja de los granos en el mercado internacional (por el ingreso de la cosecha sudamericana y previsiones de siembra de maíz y soja en los Estados Unidos).

El consejo directivo de la Federación Agraria decidió el martes en Rosario proponer en las próximas asambleas de la Mesa de Enlace la realización de una jornada nacional de protesta, en razón de que la situación de los pequeños y medianos productores “es cada vez más crítica”.

Efecto Venezuela. La conflictiva transición venezolana y los mayores pulsos inflacionarios en Brasil –dos de los mayores mercados para las exportaciones locales– encendieron luces amarillas durante los últimos días en el sector lechero.

En medio de una “burbuja” que infló los precios internacionales a causa de la sequía en Oceanía (Nueva Zelanda y Australia), la industria padece alteraciones en el mercado regional, donde se conjugan medidas proteccionistas y atrasos en la liquidación de exportaciones.

La actividad de los tambos está en su piso estacional de producción y los precios tienden a recuperarse, pero no con la dinámica que los productores esperan y necesitan. Tanto la industria como los productores acusan el impacto del cepo interno sobre los precios y la suba de costos.

Durante este mes, los tamberos estarán en promedio en el nivel que buscaban en 2012, en el orden de los dos pesos por litro, con posibilidades de ser mejorados, al menos nominalmente, durante los próximos meses. Todavía la industria no ha capturado los nuevos precios internacionales, porque está operando con contratos anteriores. Pero la exportación siempre ha sido clave. Y en octubre comienza la estacionalidad alta, cuando la brecha de producción se eleva hasta 40 por ciento desde los mínimos del verano.