30/09/2015

Federación de Acopiadores también cuestiona la "cláusula de biotecnología"

La entidad no está en contra de que Monsanto quiera cobrar por sus patentes pero sí de que utilice a los comercializadores de soja como agentes de recaudación. AGROVOZ

Redacción Agrovoz
La Federación de Acopiadores se sumó a las críticas de entidades y productores agropecuarios contra la denominada “cláusula de biotecnología”, que consiste en una imposición de Monsanto para que los comercializadores de soja funcionen como agentes de recaudación para el cobro de patentes cuando vendan semillas de sus marcas.

A través de un extenso comunicado titulado “la cláusula de biotecnología distorsiona el comercio de granos argentino”, la entidad alertó “sobre el gravísimo problema que acarrea el ilegal y compulsivo sistema diseñado por Monsanto para el cobro de patentes”.

Las críticas
Según los acopiadores, este esquema de recaudación para el cobro de la tecnología Intacta “hará estallar un nuevo conflicto cuando se comercialice el grano de la nueva campaña, algo que ya ha comenzado a manifestarse en las operaciones forward”.

Si bien esta asociación respeta la potestad de que “a los dueños de las tecnologías se les retribuya por sus aportes a las semillas”, consideran que “el procedimiento elegido por Monsanto de utilizar a los comercializadores de soja para que funcionen como sus agentes de recaudación, no es el camino”.

“Como Monsanto no quiere asumir el costo de la cobranza del canon de la semilla, pretende utilizar a los agentes del comercio de granos como sus recaudadores. Así, exportadores, acopiadores y cooperativas, que nada tienen que ver con el negocio de la semilla de soja, se ven involucrados en un mecanismo que distorsiona el comercio al ser obligados a actuar como agentes de retención y recaudación a favor de la empresa multinacional”, cuestiona el comunicado.

La Federación de Acopiadores sostiene que la comercialización del grano de soja no destinado a la siembra en nada lesiona o afecta los derechos de patentes que Monsanto posee sobre procedimientos incorporados a la semilla y que, por lo tanto, la empresa no puede interferir en la comercialización del grano de soja.

Intervención estatal
Los acopiadores aseguran que el problema ya comenzó a manifestarse porque los exportadores ya están imponiendo, en sus contratos de compra de grano de soja de la próxima campaña (forwards), la “cláusula de biotecnología” por la cual los acopiadores deben aceptar la retención de hasta 15 dólares por tonelada en caso de que el grano contenga la presencia de tecnología patentada por Monsanto.

Por eso, la entidad considera que “ante la imposibilidad de encontrar una ‘solución de mercado’, ya que todos los exportadores han celebrado acuerdos secretos con Monsanto y los vendedores no tenemos opción, el conflicto requiere una solución del Estado, arbitrando entre los intereses y posiciones de las partes. Es un claro ejemplo de la necesidad de una intervención estatal para la solución de conflictos”.

En ese sentido, el comunicado de la federación añade que si no existe alguna solución por parte del Estado que resuelva semejante conflicto, la comercialización de la próxima campaña de soja tendrá serios problemas”.

“Reiteramos nuestro llamado al Poder Ejecutivo para que, más allá de comentarios donde expresan su repudio a la actitud de Monsanto, se pongan los pantalones largos e intervengan para evitar el avasallamiento de empresas multinacionales que no respetan el orden legal ni jurídico, pudiendo provocar el sojuzgamiento o desaparición de pequeñas y medianas empresas acopiadoras”, remarca con dureza la federación.