17/08/2012

Entre la nueva tasa vial y más retenciones

EE.UU. apoyaría una reunión de emergencia del G-20, pero instó a los países a no abusar de las cuotas de exportación y mayores impuestos. Carlos Petroli. LA VOZ

Los productores cordobeses, posicionados por los semilleros como el futuro “cinturón maicero” de Sudamérica, toman nota de nuevas luces amarillas. A saber: el aumento de las retenciones al biodiésel (derivado del aceite de soja) y, como componente más local, la nueva tasa sobre los combustibles que el Gobierno provincial proyecta aplicar (en los papeles, para destinar a inversiones en infraestructura).

El gobernador De la Sota no se valió de intermediarios: el martes convocó a un amplio abanico de empresarios para hablarles de las relaciones financieras con la Nación y las medidas sobre el sistema previsional. En relación con el agro, explicó que optó por no recargar a un sector que ya tiene una presión fiscal excesiva. En el conjunto del mensaje, uno de los asistentes leyó incluso que sectores kirchneristas propician “un ajuste del 500 por ciento” en el Inmobiliario Rural. Pero que el gobernador dejó sentado que “no va a hacer nada” que no haya sido consultado con el sector.

La actividad lechera es una de las que están en el foco de la tormenta por la suba internacional de los granos, comandada por el maíz y la soja. Entre las entidades de tamberos locales, las aguas siguen divididas luego de las protestas de la semana pasada en las que llegó a acordarse un “valor mínimo” por cinco meses y un plazo de 45 días para realizar un estudio de competitividad que permita mejorar ese piso de precios.

Ésta y otras cadenas, entre las que se cuentan la industria avícola y varios “agregadores de valor” basados en los granos monitorean si las medidas del Gobierno nacional aportarán a la “sintonía fina” que demandan. Algunos, inclusive, vuelven a comulgar con un eventual retoque de las retenciones, especialmente sobre la soja, aunque también están preocupados por el alza del maíz (ahora puesta en dudas a nivel internacional por posibles cambios en el programa de etanol en los Estados Unidos).
La sequía y el fuerte recorte esperado para la producción en el “corn belt” comienza a tener repercusión internacional. El brasileño José Graziano, director general de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) puso en alerta a los productores de maíz: pidió a Estados Unidos que suspenda su producción de etanol para evitar una crisis alimentaria mundial.

Estados Unidos, en tanto, dijo que apoyaría la convocatoria de una reunión de emergencia del G-20 para debatir el tema. Pero un portavoz del Departamento de Agricultura opinó que los países pueden reducir el riesgo derivado de los altos precios si comparten información, se abstienen de cualquier prohibición a la exportación y usan las cuotas y los impuestos con moderación. En medio de este escenario, la suba las retenciones sobre el biodiésel local no tuvo el impacto político que hubiese tenido un ajuste sobre la soja. Pero la medida no fue bien recibida en el sector.