20/05/2020

En uno de los puertos agroexportadores más importantes, el Paraná tiene solo 20 centímetros

Es la altura en la localidad de San Lorenzo, al norte del Gran Rosario, región en la que están las aceiteras más grandes. La liberación de agua en la represa Itaipú aportaría un alivio en las próximas horas. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) alertó este martes que la histórica bajante del río Paraná, la mayor en medio siglo y que está causando pérdidas millonarias en las industrias agroexportadoras, por ahora no muestra atisbos de una posible solución.
Desde febrero, las lluvias en Corrientes se mantienen por debajo del promedio histórico y la ORA recordó que el área con precipitaciones inferiores a las normales excede el territorio nacional y eso genera que tampoco entren afluentes importantes en los tramos paraguayos y brasileños de la cuenca.
Según el Instituto Nacional del Agua (INA), en la estación que está sobre el ingreso del río Iguazú a territorio argentino, el caudal mínimo diario de abril fue de un séptimo de lo normal para esta época del año. 
Así, la bajante no para de sorprender. Por ejemplo, en la localidad de San Lorenzo, al norte de Rosario, la altura es de sólo 20 centímetros. Esto significa 2,10 metros menos que el límite mínimo que se considera como "aguas bajas"

En esa población, que forma parte del norte del Gran Rosario junto a General Alvear y a Timbúes, están las plantas aceiteras y agroexportadoras más grandes del país.  

En Rosario, en tanto, la altura apenas llega a los 40 centímetros.

 


“La futura evolución de los niveles en el tramo Corrientes-Rosario del río Paraná dependerá fuertemente de la distribución espacial y montos de las lluvias, pero la tendencia climática sigue siendo desfavorable”, advirtió la ORA en este contexto. 
Mientras tanto, en las próximas horas llegará un alivio: luego de casi un año de permanecer cerradas, la represa Itaipú Binacional reabrió las compuertas del vertedero con el fin de aportar caudal de agua que permita recuperar navegabilidad en el río Paraná. 
Brasil accedió al pedido de Paraguay y de Argentina debido a que la producción hidroeléctrica de esa represa disminuyó en los últimos meses debido a la menor demanda de electricidad en el país vecino, a raíz de la caída de la actividad económica por la pandemia global de coronavirus.