01/03/2013

En el norte cordobés, el agro advierte sobre una crisis social

Convocan a un "encuentro rural federal" en la Rural de Jesús María. | LA VOZ DEL CAMPO

La Sociedad Rural de Jesús María advirtió que la transformación tecnológica y productiva del norte de Córdoba “está hoy en riesgo y traerá consecuencias sociales agudas y dolorosas”.

La entidad responsabilizó al Gobierno nacional por la presión fiscal y la quita de recursos mientras consideró que “todo indica que (la administración de Cristina Kirchner) mantendrá firme su política de negar sistemáticamente la realidad”.

La entidad convocó para el próximo lunes, a las 18, en su predio de Malabrigo a un “encuentro federal rural” para el que pidió la participación de productores, comerciantes y ciudadanos en general.

“El problema económico actual en la región no alcanza sólo a los productores; es una comunidad rural y otros sectores del comercio, la venta de agroinsumos y repuestos nos están informando sobre la merma de sus ventas y de problemas financieros. Hay una sumatoria de problemas y por eso pedimos a la comunidad que se involucre porque las complicaciones del agro están impactando sobre las demás actividades”, señaló a La Voz del Campo Atilio Carignano, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María.

Diagnóstico regional. En un comunicado en el cual da a conocer su convocatoria, la Rural realizó su diagnóstico: “Cosechamos a más de 700 kilómetros del puerto con los combustibles más caros del país, cobramos nuestra producción con una quita superior al 50 por ciento de lo producido, quedando ésta en manos de nuestro socio ‘oculto’, el Estado, que acciona intimidatoriamente hasta fuera de la ley, según las últimas presiones fiscales”.

En otro párrafo igualmente crítico sostiene: “Política y políticos, que con desprecio maltratan y persiguen al sector agropecuario, enfrentando lo rural y lo urbano para transformarnos en enemigos, cuando en nuestro norte de Córdoba el campo y la ciudad son partes de la misma comunidad”.

También alude a los operativos de la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos) para corroborar existencias de granos en los campos.

“La soja que no encuentran nunca se logró cosechar; la consumió la sequía, una constante climática desfavorable de la última media década, con un registro de lluvias promedio muy inferiores a los normales. Esta falta de precipitaciones trajo además como consecuencia la baja de napas y dejó a pueblos rurales sin agua potable. Estos pedidos de emergencia hídrica nunca fueron escuchados por las autoridades”.

En agricultura menciona que las condiciones de producción han cambiado: existe un aumento de costos por problemas de malezas y plagas cada vez más resistente y los rendimientos son cada vez más erráticos.

En ganadería las pasturas de alta producción perdidas ya no se recuperan y las políticas económicas contribuyeron con la despoblación ganadera llevando el stock bovino al mínimo histórico en nuestra zona. La consecuencia de todo esto se ratifica con los bajos niveles históricos de exportación de carne y trigo, consigna la Rural.