29/07/2019

En Córdoba, el valor de la tierra no levanta polvareda

El mercado inmobiliario rural mantiene un escaso nivel de operaciones. En algunas zonas, el precio de los campos ha descendido, según un relevamiento privado. AGROVOZ

Alejandro Rollán

El mercado inmobiliario rural no logra repuntar. Desde hace casi ocho años la actividad de compra y venta es escasa y los negocios que se llevan a cabo son muy puntuales. Este escenario también se extiende a la provincia, donde el sector mantiene un reducido nivel de operaciones comerciales.
“La actividad comenzó a resentirse a fines de 2011 cuando se implementó el cepo cambiario y a partir de allí, si bien hubo épocas en el que estuvo algo más dinámico, nunca retomó el buen ritmo de la década anterior”, sostiene Alejandro García Astrada, titular de la inmobiliaria rural que lleva su nombre.
El índice del mercado inmobiliario rural (Incair), que publica en forma mensual la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair), refleja la poca actividad que registra el sector. La base del indicador son 97,5 puntos, que corresponde a su máximo registrado en septiembre de 2011, y en la actualidad se encuentra en menos de la mitad.
En junio pasado, la magnitud del índice fue 46,53 puntos, que –sostiene García Astrada– si bien viene muestra un ligero incremento en los últimos tres meses refleja el momento que atraviesa el mercado a nivel nacional.
Para el operador inmobiliario, son múltiples las causas que explican esta situación.
“Las de mayor significancia son la baja rentabilidad del sector por la caída de los precios y los incrementos de los costos de producción y el transporte. También incide fuertemente la elevada inflación, la alta presión impositiva, la incertidumbre económica y política, la inestabilidad climática y elevada renta financiera, que compite de sobre manera las inversiones productivas”, sostiene.
En la provincia
En Córdoba, la actividad inmobiliaria rural no escapa a las generalidades del resto del país. Si bien la última campaña agrícola contribuyó a mejorar la producción de granos, su impacto no alcanzó, al menos hasta ahora, para hacer reaccionar a la comercialización de la tierra.
“Las operaciones realizadas en nuestra provincia en lo que va del año han sido escasas y de montos en general poco significativos”, precisó García Astrada.
En este escenario, los valores de la tierra en Córdoba continúan con tendencia a la baja, en especial aquellos campos que se encuentran en zonas alejadas y menos productivas. “Los ubicados en áreas agrícolas de alta producción tienden a mantener su valor”, aclara el operador inmobiliario.
Ante la proximidad de las elecciones presidenciales, muchos propietarios de tierra e inversores ajenos al sector prefieren esperar a conocer el resultado electoral para definir su estrategia de inversión. “No obstante, la excelente cosecha lograda en nuestra provincia en la campaña recientemente finalizada, permite esperar con cierto grado de optimismo que el mercado se reactive, al menos en parte, en el segundo semestre del año”, asegura García Astrada.
Valor de referencia
En noviembre del año pasado, la inmobiliaria confeccionó un mapa con precios orientativos para las diferentes zonas productivas de la provincia. “Hay algunos lugares donde los valores han descendido”, aclara García Astrada, al momento de comparar los precios actuales que exhibe la tierra en Córdoba. La actualización a julio muestra que en la zona núcleo el valor se mantiene entre 12 mil y 15 mil dólares y hay correcciones a la baja en regiones más alejadas y con menos aptitud agrícola. En algunas zonas, y en relación con los precios de noviembre pasado, los campos ganaderos se han revalorizado.