04/02/2019

El maíz de Córdoba es el más competitivo en el surtidor

La producción de etanol en la provincia creció 21% en 2018. Fue la preferida por las refinerías para el corte con las naftas. AGROVOZ

Alejandro Rollán

En octubre pasado, la industria que elabora en el país etanol de maíz tenía expectativas de seguir creciendo.
Desde la Secretaría de Energía de la Nación habían expresado la decisión de aumentar el porcentaje del combustible renovable que se mezcla con las naftas.
Cualquier aumento por encima del 10 por ciento actual en el que está fijada la mixtura significaba más producción y más valor agregado para el maíz. Por cada punto adicional que se agregue al corte, se necesitan a nivel nacional 125 mil toneladas más del cereal.
Pero la expectativa duró poco. El 28 de diciembre, el secretario Javier Iguacel presentó su renuncia y asumió en su reemplazo Gustavo Lopetegui.
Con el cambio de funcionarios, la política de fomentar el uso de energía verde quedó frenada. El temor en la industria es que el tema haya vuelto a foja cero y que tengan que arrancar de nuevo con la fundamentación de los beneficios que traería aparejada la medida.
Freno y acelerador
Mientras tanto, las empresas que proveen del combustible renovable a las refinerías están expectantes sobre la decisión política.
Con un consumo de nafta que se redujo el año pasado, el sector también sintió el impacto de la retracción. En ese escenario de menor producción de etanol –13 por ciento menos que durante 2017–, Córdoba fue la provincia que más aumentó el volumen de elaboración, con un alza de 12 por ciento.
Seis provincias se reparten a nivel país la provisión de etanol para el corte obligatorio con las naftas. Córdoba, Santa Fe y San Luis, con la elaboración a partir de maíz; Tucumán, Salta y Jujuy, sobre la base de caña de azúcar. De todas, además de Córdoba, sólo Salta aumentó la producción.
Entre enero y noviembre del año pasado, las tres plantas locales (ACA Bio, Bio Cuatro y Promaíz) produjeron 393 millones de litros de etanol. Para ello, procesaron 982 mil toneladas de maíz, lo que significó un aumento de 100 mil toneladas respecto de los primeros 11 meses de 2017.
La competitividad de la industria cordobesa hizo que el combustible producido en la provincia fuera el más requerido por las petroleras.
No sólo porque su precio regulado por el Gobierno es más barato que el de la caña de azúcar, sino también por el servicio de logística y el cumplimiento en sus compromisos de abastecimiento. Algo que los azucareros no pudieron hacer.
Sin especulaciones
Mientras esperan que el Gobierno se decida a aumentar el corte, las fábricas cordobesas de etanol siguen apostando al crecimiento en capacidad.
En noviembre pasado, ACA Bio puso en marcha una inversión de 53 millones de dólares para duplicar su producción, mientras que Bio Cuatro anunció a fin de año la emisión de obligaciones negociables para obtener financiamiento.
Si bien la intención inicial era captar fondos por 2,6 millones de dólares, las condiciones actuales de mercado hicieron que la empresa que tiene como socios a 24 productores decidiera recortar la emisión a 1,5 millones de dólares.
Es que en la actualidad, y más allá de la potencialidad del sector, las plantas elaboradoras trabajan con 30 por ciento de ociosidad y altos stocks.
Mientras en Argentina las naftas de mezclan con el 10 por ciento de etanol, en Brasil la mixtura llega al 27,5 por ciento. Además, el 70 por ciento de vehículos livianos viene equipados con motores flex, que les permite funcionar con el ciento por ciento del combustible verde.