Así lo aseguró ayer el ministro Yauhar a la Mesa de Enlace. Más ayuda por la sequía. CLARÍN


Es probable que el ministro de Agricultura Norberto Yauhar se haya cortado solo. Pero ayer durante la reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria en la que anunció créditos blandos por 2.300 millones de pesos y se comprometió a discutir la política para el campo con la Mesa de Enlace.

Hugo Biolcati de la Rural, Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, Carlos Garetto de Coninagro y Rubén Ferrero de CRA festejaron la iniciativa y se volcaron enseguida a armar una agenda de temas que trascienden la asistencia por la sequía .

Durante el encuentro de ayer al mediodía, el ministro confirmó que a los $ 500 millones contemplados en el Fondo de Emergencia Agropecuaria se sumarán dos líneas de crédito, una de 1.500 millones correspondientes al Banco Nación (a tasa fija subsidiada de 8%) y otra de 800 millones del Banco Provincia de Buenos Aires.

La de ayer fue la tercera reunión por la sequía, un tema que el Gobierno minimizó al principio. Allí se presentó un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que señala que la falta de lluvias registrada a partir de noviembre impactó de manera distinta según los cultivos y la zona ( ver Las pérdidas...).

Buzzi destacó el compromiso por parte de la AFIP de no cobrar intereses a los impuestos vencidos en las zonas afectadas. Biolcati hizo hincapié en la agenda que tienen hacia delante con el Gobierno que incluye el nivel de las retenciones. Garetto se ocupó, en cambio, de resaltar la ayuda: “Está muy bien”, dijo y en seguida añadió: “Hay que valorar el espacio de debate que abrió Yauhar sobre la política agropecuaria”.

Ferrero solicitó que las provincias afectadas también se sumen con ayuda para los productores. Fue en ese momento que intervino Biolcati al señalar que la provincia de Buenos Aires era la más atrasada en implementar la asistencia.

Los funcionarios resaltaron que esta sequía era más leve que la de 2009.

El titular de la Rural salió al cruce al destacar que las pérdidas son graves en la zona que concentra la producción y que había que sumar los daños en vez de comparar.

El tono siempre fue negociador. Después de todo, los dirigentes del campo se ilusionan con poner sobre la mesa el nivel de las retenciones y una mayor apertura de exportaciones. Se vuelven a reunir en una semana.