En el NEA y el NOA, con los rindes promedio los números quedarían 'en rojo', según Crea. Incidencia del costo de las semillas.
BUENOS AIRES (NAP). Los sistemas agrícolas convencionales localizados en las zonas extra-pampeanas de la Argentina no son rentables con rindes promedio regionales y precios esperados en cosecha gruesa, debido a que no son suficientes para diluir el costo del flete en camión cuando hay que recorrer largas distancias
Así lo señalan técnicos del área de Investigación y Desarrollo del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (Crea) que crearon el Indicador de Viabilidad Económica Agrícola (Ivea), el cual estima el nivel de viabilidad general de la rotación agrícola promedio de cada partido o departamento de las diferentes regiones agrícolas argentinas.
“A nivel nacional, el Ivea promedio de la campaña 2016/17 es actualmente de 0,78. Se trata de una cifra 9% mayor a la del ciclo anterior y 26% más elevada que el promedio de las últimas tres campañas”, explica el técnico Crea Esteban Barelli, según publicó el diario El Litoral.
El Ivea se obtiene al comparar el rendimiento de indiferencia (rinde necesario para cubrir costos sin considerar impuestos) con el rinde promedio teórico proyectado para la campaña en cuestión. Es decir: no tiene en cuenta el riesgo climático (por ejemplo: los eventuales recortes de producción que pueden llegar a ocurrir por las inundaciones registradas en los últimos días en la zona pampeana).
Para realizar el cálculo, cada localidad tiene asignada una rotación agrícola promedio que, según la zona, puede abarcar trigo, cebada, soja, maíz, girasol y sorgo. Se contempla en cada caso el promedio de una situación de campo propio con campo arrendado.
“Con rindes promedio históricos de los cultivos de la rotación, en la zona pampeana pueden esperarse resultados mayormente positivos. Pero en las zonas más alejadas de los puertos, donde además la productividad suele ser menor, la probabilidad de registrar resultados negativos es elevada”, comenta Barelli.
“En tales casos, para que las empresas logren resultados favorables, se requerirían rindes superiores a la media histórica, una gestión de costos muy eficiente o bien estrategias comerciales orientadas a diluir el enorme impacto del costo del flete, entre otras alternativas”, concluyó el especialista.
Semillas
La normativa vigente dispone que los empresarios agrícolas que usen semilla de “uso propio” de soja y trigo deben presentar ante el Inase una Declaración Jurada sobre el origen de los cultivares reservados cuando la facturación anual de la empresa sea superior a tres veces el monto correspondiente a la categoría más alta de monotributista.
Hasta la semana pasada ese máximo era de 1,80 millones de pesos dado que el monto correspondiente a la categoría más alta de monotributista era de 600.000 pesos anuales.
Pero la Ley 27.346 (modificación del impuesto a las Ganancias y Monotributo), vigente desde esta semana, ajustó el tope máximo a 1.050.000 pesos, de manera tal que en 2017 la obligatoriedad de declarar semilla de uso propio será para aquellas empresas agrícolas que tengan una facturación superior a 3,15 millones de pesos.
La resolución 149/16 del Inase determina que antes del 31 de enero de 2017 los empresarios agrícolas deberán completar una Declaración Jurada con información de la cantidad de semilla de trigo reservada para uso propio, sus variedades y el lugar donde la misma se encuentra almacenada.
Ese requisito es indispensable para que, una vez realizada la declaración, las autoridades del Inase entreguen al productor un “Certificado de Semilla de Trigo de Uso Propio”, el cual debe emplearse para rotular los bolsas de semilla por emplear en la siembra del ciclo 2017/18.
Posteriormente, en una fecha por determinar del segundo semestre del año que viene, el Inase solicitará una nueva declaración con información sobre ubicación del predio, superficie sembrada y kilogramos de semilla de trigo utilizados. (Noticias AgroPecuarias)
En el mapa se pintó el Indicador de Viabilidad Económica por departamento/partido. Promedio campo propio y arrendado. Un valor cercano a 1,0 implica que todos rindes promedios proyectados de los cultivos de la rotación de la localidad están al menos 20% por encima al rinde de indiferencia calculado respectivamente. Un valor de 0,5 implica el rinde de indiferencia es cercano al rinde promedio proyectado.