03/07/2017

El etanol vuelve a expandirse en Estados Unidos

En Estados Unidos se produce casi la mitad de la oferta global de este biombustible. Aquí una planta en el estado de Colorado. CLARÍN

La industria del etanol en Estados Unidos ha entrado en un proceso significativo de expansión por encima de los niveles permitidos por el corte de biocombustibles y naftas establecido por el Congreso de Washington con una mezcla de 10% sobre los combustibles utilizados por los automóviles.
La producción de biocombustibles norteamericana -realizada sobre la base del maíz- es la mayor del mundo, y responde con 44% de la oferta global, con un promedio de 15.000 millones de galones por año que se ha estancado en la última década.
Como consecuencia de las cinco supercosechas estadounidense de los últimos 6 años (la producción de maíz en el ciclo 2016/2017 asciende a 384 millones de toneladas, récord histórico), ha disminuido el precio de los granos más de 40% en este periodo; y esto ha ocurrido cuando la demanda internacional crece en forma sostenida por encima de la oferta.
Conviene agregar que la situación de la industria del etanol en Estados Unidos es inseparable de la explosión del shale gas / shale oil que ha ocurrido a partir de 2004, y cuya magnitud ha modificado los términos de la ecuación energética norteamericana, y por extensión mundial.
Debido al significado de EE.UU. en el sistema mundial como la principal superpotencia, también se han replanteado los términos global de seguridad internacionales, restándole importancia estratégica a Medio Oriente, y ante todo los países petroleros del Golfo, con eje en Arabia Saudita.
Estados Unidos no producía un barril de shale en 2004, y proveía de 4,5 millones de barriles diarios en 2015. A éste ritmo, lograría el autoabastecimiento energético en 2025, y si se le suma la producción petrolera y gasífera canadiense, Norteamérica como región podría autoabastecerse en 2020.
El gobierno de Donald Trump tiene como una de sus principales prioridades impulsar la producción energética estadounidense, más allá incluso de la meta del autoabastecimiento, para pasar a una fase de exportación.
Por eso, además de autorizar la construcción de 2 grandes oleoductos que atravesarán el país desde la frontera canadiense hasta el Golfo de México, están en pleno proceso de construcción 6 grandes puertos de producción y exportación de gas líquido (LNG) en la Costa Atlántica, que comienzan a operar en 2018/2019, y se extienden desde Rhodes Island hasta Texas y Luisiana.
El objetivo del gobierno de Trump es venderle LNG a China, aprovechando la explosión del shale gas; y esto es lo que fue pactado entre Estados Unidos y China en la reunión del 6 y 7 de abril en Palm Beach, Florida, en la que hubo un acuerdo pleno en materia de comercio e inversiones entre las dos superpotencias.
Las exportaciones de shale norteamericano a la República Popular comienzan a efectuarse el 1 de julio de este año, y son las primeras que realiza Estados Unidos en más de tres décadas.
Este es el contexto en el que ha comenzado a expandirse la industria del etanol norteamericana en 2017.
Hay dos nuevas refinerías en construcción –las primeras en 10 años- en Iowa y Dakota del Sur, que agregarían más de 500 millones de galones por año a la capacidad productiva de EE.UU. a partir de 2018, con inversiones por más de U$S 1.000 millones.