Productores apuestan a que tipo de cambio supere tasas. Pablo Wende. AMBITO
Septiembre se encamina a ser el peor mes desde el punto de vista del comportamiento del mercado cambiario, al menos para el Banco Central. Por el pago del Bonar VII hace dos semanas, las reservas acumulan una caída de u$s 1.653 millones. A su vez, la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont continúa con clara tendencia vendedora. Ayer se desprendió de otros u$s 40 millones, aunque las reservas tuvieron una suba marginal, finalizando en u$s 35.025 millones. Y en lo que va del mes las ventas ya estarían rozando los u$s 500 millones.
La gran incógnita es qué sucederá en el último trimestre, ya que la tendencia vendedora podría acelerarse. Si se observa lo sucedido el año pasado, el BCRA tuvo una mínima presencia compradora, salvo diciembre de 2012 cuando pudo acumular casi u$s 1.100 millones. Por motivos estacionales, decae la liquidación de divisas del sector agropecuario y faltan dólares.
Las presiones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a las cerealeras para que aceleren el ingreso de dólares no tuvieron el efecto deseado. Es más, las empresas se defienden señalando que "todo lo que se vende afuera debe ser liquidado obligatoriamente en el plazo de 72 horas".
El problema, por lo tanto, es que los productores prefieren ahorrar en silobolsas que vender la producción y hacerse de los pesos. Según un reciente informe de la consultora Elypsis, dirigida por Eduardo Levy Yeyati, la retención de cosecha de soja aún es muy significativa. Se habría vendido sólo un 60%, contra más de 75% en otras campañas. "En algún momento tendrán que salir a vender, si no es ahora será después de las elecciones, por eso no hay que desesperarse", señalaron a este diario fuentes oficiales.
Una aceleración en la venta de la cosecha y posterior liquidación de divisas resultaría clave para suavizar la caída de reservas hasta fin de 2013 o incluso detenerla. Por el momento, el consenso de las consultoras económicas que siguen la evolución del estado del balance del BCRA es que el stock llegaría a niveles apenas superiores a los u$s 33.000 millones a fin de año.
¿Cuál es el motivo para que los productores sojeros retengan en una proporción de la cosecha mayor a otras oportunidades? Según Miguel Kiguel, director de Econviews, la explicación es que la expectativa de suba del dólar es mayor a la tasa de interés del mercado local. "Para el productor -señala- es preferible atrasar todo lo posible la venta y esperar a que suba más el dólar, ahorrando en silobolsas. La alternativa es liquidar ahora y hacerse de pesos por una tasa equivalente al 18% anual, que claramente se ubica por debajo de lo que es el ritmo de aumento del tipo de cambio oficial". En otras palabras, resulta más negocio apostar a una mayor suba del dólar que a quedarse líquido por algunos meses colocado a una tasa que está por debajo de la inflación y de la evolución del mercado cambiario.
Agosto fue el mes que mostró la mayor aceleración de la suba del dólar oficial desde el 2009, al registrarse un salto del 3%. En septiembre la evolución viene un poco más lenta. Cuando todavía faltan cuatro jornadas hábiles para que termine el mes, el tipo de cambio subió 10 centavos hasta $ 5,78, el equivalente al 1,75%. Y todo indica que el período finalizará con un ajuste que no irá mucho más allá del 2%. Esto significa una desaceleración en relación con lo sucedido el mes pasado.
Sin embargo, la proyección es que el BCRA vuelva a acelerar una vez pasadas las elecciones legislativas. "Con la premisa de "no hacer olas" cambiarias hasta el 27 de octubre, el Central acepta sacrificar reservas para que no se recaliente la paridad", observó el último informe de la consultora Empiria. El mismo trabajo sostiene: "Se presume que luego de las elecciones legislativas el ritmo devaluatorio recobrará impulso aunque siempre con una trayectoria parsimoniosa, dado que los saltos bruscos no parecen estar en la agenda de la actual administración política". Esta es la visión que también impera en el sector agropecuario, es decir que el aumento del tipo de cambio volverá a tomar impulso en los últimos meses de 2013, por lo que vale la pena esperar.
Las reservas del BCRA sufrirán un nuevo golpe a principios de octubre, cuando se paguen los intereses semestrales del Boden 2015 por u$s 204 millones, lo que indefectiblemente bajaría el stock a niveles inferiores a u$s 35.000 millones. Sólo lo impediría que se renueve un acuerdo con bancos europeos para compensar caída (por ejemplo con Banco de Francia) y la chance mucho más remota de acordar con China un canje de reservas que le asegure al BCRA la disposición de unos u$s 10.000 millones.