19/05/2020

El campo denuncia que es “blanco de ataques sistemáticos de inútiles crónicos”

Así fue una de las frases que utilizó CRA para quejarse de las políticas negativas para el sector. Denunció que corredores y exportadores quieren pesificar contratos de ventas de granos. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

La fábula de la rana y el escorpión es una de las más difundidas dentro de los relatos populares. Cuenta la historia de un escorpión que le pide a una rana que lo ayude a cruzar el río y que, en el medio del curso de agua, la pica porque no puede resistir su naturaleza. El resultado: ambos animales terminan hundiéndose y muriendo.
Esa metáfora fue la que utilizó este lunes Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) para continuar con sus reclamos en contra de las medidas que toma el gobierno y que, desde su punto de vista, perjudican al sector agropecuario.
“La realidad puede analizarse de diferentes maneras y una de ellas nos lleva a la fábula de la rana y el escorpión. Si esto se concreta, todo terminará como en la fábula de Esopo y, una vez más, la rana y el escorpión habrán explicado la realidad”, es el párrafo final del comunicado que difundió CRA.
De alguna manera, la entidad ruralista parece sugerir que el Gobierno no puede “resistir su naturaleza” de castigar al agro, pero que eso inevitablemente llevará a que la economía argentina vuelva a hundirse.
Reacción
Para CRA, la suerte de la Argentina en los planos productivo, económico y social, “depende de aquello que como conjunto y sociedad sabemos hacer mejor, y eso es el resultado de las cadenas agropecuarias argentinas”. 
En este marco, enumeró una serie de medidas y propuestas que constituyen “una cadena de desaciertos, yerros y errores de diagnósticos, ya sea por falta de conocimiento, de idoneidad o por intencionalidad”.
Entre ellas, cuestionó los “globos de ensayo” de los rumores de intervención del mercado de trigo, el posible cierre de las exportaciones de carne, el regreso de la Junta Nacional de Granos, las idas y vueltas con el Mercosur y las trabas para los créditos a tasa subsidiada que se conocieron el último viernes.
“Se van acumulando errores uno tras otro, sumando incertidumbre al único sector activo de la economía, que por sus características propias, por su capacidad y por el contexto mundial aparece como la nave insignia para poder atravesar este temporal global”, mencionó CRA.
Sin especulación
En este contexto, desde la entidad subrayaron que los propios datos oficiales muestran que ya se ha vendido el 48 por ciento de la cosecha, contra 38 por ciento a la misma altura del año pasado, en respuesta a quienes acusan a los productores de especular esperando una devaluación y los presionan para que vendas sus granos.
“San Agustín decía ‘la única verdad es la realidad’, y la realidad es que un sector que enfrenta tasas impositivas confiscatorias, tipos de cambio efectivos totalmente desacoplados con la realidad, políticas de Estado adversas, ausencia de planes de desarrollo estatal y es blanco de ataques sistemáticos de inútiles crónicos; es hoy, lo fue ayer y lo será mañana el único capaz de sentar las bases del desarrollo social, como fue en Australia, Canadá o Nueva Zelanda por nombrar algunos casos”, enfatizó CRA.
Según la entidad que preside Jorge Chemes, se diseñan normativas en una planilla de Excel que no contemplan las características propias, y las dinámicas productivas y de integración de cadena, del principal aportante de divisas de exportación.
“Eso lo deja fuera de juego en la posibilidad de obtener créditos a tasas lógicas para las actividades productivas; es decir, para la generación de empleo genuino. Los años, las experiencias, la suma de batallas afrontadas nos dicen que algo huele mal”, continuó CRA.
Y, antes de finalizar con la fábula de la rana y el escorpión, remató: “Simultáneamente, cual si obedeciera a una estudiada y premeditada estrategia de pinzas en un tablero de ajedrez, llegan comunicaciones de corredores y exportadores solicitando la pesificación inmediata de los contratos de venta de cereales y oleaginosas. No está demás decir que semejante situación no hace más que agredirnos el intelecto”.