02/08/2013

El agro espera un mayor ajuste cambiario en lo que resta del año

Jornada Soja con Sustentabilidad. El escenario internacional y componentes domésticos incentivan esa proyección de corto plazo. LA VOZ.

Un mayor deslizamiento del tipo de cambio y cambios en las variables macroeconómicas reposicionarán los números de la nueva campaña agrícola, que hoy lucen muy ajustados y con riesgos de quebranto, en especial en campos alquilados.

Por la misma cuerda, así como una devaluación a mayor ritmo levantará los precios nominales que perciben los productores, el escenario nacional se perfila con pronóstico reservado: aparecen componentes de crisis en el flanco político y económico.
Para después de las elecciones legislativas de octubre deben esperarse cambios que modificarán las ecuaciones tranqueras adentro y afuera, de acuerdo con el diagnóstico que dejó la apertura de la Jornada Soja con Sustentabilidad, que se realizó ayer en el complejo Dinosaurio Mall de Córdoba.

El encuentro, en su décima edición, organizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba y la producción ejecutiva de Agroverdad contó con el apoyo de La Voz del Interior y de La Voz del Campo y una asistencia de unos 1.300 participantes.

El analista económico Salvador Di Stéfano tuvo a su cargo, durante la tanda matutina de conferencias, de analizar el escenario económico pre y poselectoral y su incidencia en el sector agropecuario.

Repasó primero lo que había planteado meses atrás, en el sentido de que los alquileres agrícolas debían ajustarse a la baja, en razón de la baja de precios de los granos y la suba de costos.

Desacelera China. Para pintar el escenario internacional, mostró una tapa de la publicación británica The Economist , en cuya ilustración aparecen los Bric (Brasil, Rusia, India y China) enterrados y esforzados en una pista de barro, en la que deben avanzar y emerger de una crisis.

“China tendrá por delante dos años de desaceleración económica, pero creciendo al seis por ciento anual, después de un gran crecimiento”, evaluó. Con lo cual, la previsión es que el coloso asiático no tendrá un aterrizaje forzoso y seguirá transformando el mundo.

Según Di Stéfano, la Argentina tiene todas las posibilidades por delante, “pero tiene que cambiar su política agropecuaria. De lo contrario, quedamos fuera del mundo”.

Con la desaceleración de China, Brasil que ya devaluó el real 50 por ciento en lo que va del año, aumento de tasas internacionales y revaluación del dólar en Estados Unidos, hay un cambio de escenario, planteó. “Cuando subieron las materias primas, todos exportaron exultantes pero nadie ahorró en América latina, salvo Chile, para cuando lleguen las vacas flacas”, reparó.
Ahora que viene el viento de frente, se van los gobiernos, por recambio y porque tienen que enfrentar la crisis económica y en ese marco ubicó las movilizaciones en Brasil, con un alto componente juvenil.

Brasil devalúa. Los productores brasileños, observó el analista, podrán pagar los costos de la nueva campaña agrícola habida cuenta de que en lo que va del año el real se devaluó 50 por ciento, con tres por ciento de inflación en el período. “Nosotros con un ritmo de corrimiento del tipo de cambio a 12 por ciento, si no devaluamos estamos en el horno”, dijo Di Stéfano.

Mostró el caso de Australia, el socio comercial más cercano de China, que está devaluando su moneda para acomodarse a un escenario internacional complejo.

En el plano político, según Di Stéfano, hay un 50 por ciento de probabilidades de que el oficialismo (kirchneristas) obtenga 30 por ciento de votos en la elección legislativa de octubre, con lo cual “el mercado le pondrá un sucesor” a la presidenta Cristina Fernández. Y allí aparecerán los nombres de quienes se sentirán presidenciables: Sergio Massa, José Manuel de la Sota, Juan Manuel Urtubey o Sergio Urribarri, los tres últimos gobernadores de Córdoba, Salta y Entre Ríos, respectivamente.

Según sus previsiones, en tal escenario político, la brecha cambiaria tenderá a ampliarse con un panorama a la vista de “inflación más devaluación”.

Di Stéfano analizó luego la ecuación económica de un productor agrícola de la Región Centro, en las modalidades de campo propio y los márgenes económicos para quien da campos como quien los toma en alquiler. Las situaciones ajustadas pasan al rojo en el último caso.

“Para igualar costos con Brasil necesitamos devaluar 30 por ciento y ubicar la paridad oficial a 7,15 pesos por dólar a fin de año y 8,22 pesos en mayo, cuando entre la nueva cosecha”, proyectó.

Reparó, no obstante, que la devaluación se impondrá como una necesidad de la coyuntura, pero planteó que un plan económico deberá asignar otros estímulos al agro.

En tal caso, enumeró una serie de alternativas que podrían ser componentes de un paquete para que la economía local aproveche al máximo las potencialidades del sector agropecuario.

Dentro de esa lista se pronunció por aplicar retenciones diferenciales y estimular las asociaciones, eliminar tributos a los fertilizantes; la ganadería no puede seguir con el actual nivel de retenciones, enumeró. También agregó incentivos fiscales para quienes producen en campos alquilados.

Advirtió que el ajuste cambiario significará una alivio para el campo, pero no la solución que hace falta.

Cultura agrícola
El presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Rubén Bergero, justificó la historia de una década transcurrida por la Jornada “Soja con sustentabilidad”. “El título abarca mucho más que una idea, una convicción: habla, esencialmente, de una cultura, de un compromiso, de una responsabilidad. Para quienes con frecuencia atacan al cultivo y nos atacan, no reparan en esto que estamos afirmando y reafirmando. Con buenas prácticas agrícolas, haciendo las cosas bien, la soja va a dar a la provincia y al país los recursos para el desarrollo económico y social”, destacó.