El viernes pasado arrancaron las dudas con el dólar, y esta semana se consolidaron. A las declaraciones de Luis Caputo que mostró ambigüedades respecto de la continuidad del "crawling peg" al 1%, se le sumaron la falta de certezas respecto al acuerdo con el FMI (pese a que el Congreso le dio este miércoles el visto bueno al DNU), lo que generó una fuerte volatilidad en el mercado de futuros y en la cotización de los tipos de cambio paralelos.
"En Argentina debido a la volatilidad producto del comercio global y también del cierre del acuerdo con el FMI, se ha vivido una inestabilidad en los tipos de cambio financieros. Mucha gente cree que habrá una devaluación porque hay varias fuerzas en juego que generan incertidumbre sobre el futuro del sistema", le dijo a este medio Piedad Ortiz, Chief Economist de Wise Capital.
Justamente, para Ortiz el ministro de Economía tiene cuatro escenarios por delante para decidir qué sucede con el tipo de cambio oficial en el corto plazo.
"Estimo que hasta las elecciones se podría avanzar hacia un sistema de bandas en busca de seguir consolidando el ordenamiento de la economía, aunque a futuro -tal vez hacia el 2026 de cumplirse las condiciones de estabilidad política y económica necesarias- podría desembocar en un esquema de flotación más libre", opinó en diálogo con Ámbito, el economista Gustavo Ber.
A su turno, el economista Amilcar Collante también argumentó, en charla con este medio, qué cree que podría suceder con el esquema actual y en que plazo: "El FMI siempre en sus recetas pide la mayor flexibilidad de tipo de cambio posible y un dólar único. Entiendo que hasta las elecciones (más que nada por los costos políticos para el oficialismo) la discusión puede pasar por alguna modificación del dólar blend".
Para Collante, una vez sucedida las elecciones en octubre, el Gobierno puede decidir ir a un tipo de cambio flexible pero, para este experto, la intervención del BCRA continuará para "evitar una elevada volatilidad del tipo de cambio".
Para Gustavo Ber, en la medida que mejore el clima externo y lleguen detalles del acuerdo con el FMI, los $1.300 podrían actuar como techo a la espera de definiciones sobre el régimen monetario y cambiario a futuro.
"El deslizamiento se activó a partir de la mayor búsqueda de cobertura y las autoridades no habrían intervenido ya que la brecha no llegó a superar con decisión el 20%, un nivel aún acotado y razonable que no afectaría el proceso de desinflación", añadió.
Por último, para ese experto, los actuales niveles de los dólares financieros resultan "adecuados" para el actual escenario económico-financiero, y podrían desinflarse hacia los $1.250 si llegan a concretarse señales positivas internas y externas.