17/08/2017

Córdoba: los alquileres se negocian con cláusulas especiales por las inundaciones

Ante el riesgo de nuevos anegamientos, hay productores que acuerdan con los dueños de los campos pagar por las hectáreas efectivamente cosechadas. CLARÍN

Las inundaciones de las dos últimas campañas cambiaron el mapa productivo en Córdoba y también en algunas zonas de Santa Fe y la provincia de Buenos Aires. Es que muchos campos que eran “fórmula 1”, de altos rendimientos, terminaron anegados y con fuertes pérdidas en los cultivos. Por eso ahora, en plena negociación de los arrendamientos para el nuevo ciclo sojero se firman cláusulas para cubrirse de este riesgo climático.
“Las negociaciones se han flexibilizado un poco porque hay muchas zonas con problemas de agua. Son lotes que hasta hace dos años no tenían dificultades pero ahora si ves una laguna cerca pedís que el contrato tenga una cláusula por superficie cosechada. Encima, el invierno viene siendo bastante húmedo”, contó Carlos Martín Triunfetti, productor en la zona de Inriville, en diálogo con Clarín Rural.
Ante este escenario, algunos dueños de campos han levantado levemente el precio de los alquileres. En la zona del departamento Marcos Juárez, por ejemplo, los mejores lotes se están negociando entre 18 y 20 quintales de soja por hectáreas.
Las intensas lluvias anegaron miles de hectáreas en las últimas dos campañas, con fuertes pérdidas en la cosecha sojera.
En este contexto más flexible, porque se incluye la “amenaza” de las inundaciones, otra alternativa que se está utilizando es negociar un piso de arrendamiento por un determinado rendimiento y si se supera el que alquila se compromete a pagar más. “Son alquileres que se cierran cerca de los 16 quintales hasta un rinde de 35 quintales de soja por hectárea y se acuerdan más quintales si se supera ese techo productivo, una posibilidad real teniendo en cuenta el potencial de estos campos si no se inundan”, explicó Triunfetti.
En Camilo Aldao, el productor y asesor Valentín Gentiletti ve una situación parecida. “La cláusula de porcentaje efectivamente cosechado está apareciendo en muchos contratos y ante esa situación el dueño suele pedir algunos quintales más. Además, es una lástima que no se hagan más contratos de largo plazo: la mayoría de los arrendamientos se cierran por una campaña”, advirtió.
Cuando el plazo del alquiler es mayor, y se logra construir una relación de confianza y mutuo beneficio, es más viable acordar la rotación, la reposición de nutrientes y un manejo integral del lote. Son todas variables que inciden en la sustentabilidad del planteo agrícola.
Juan Pablo Ioele, asesor del INTA Corral de Bustos, aporta un ejemplo de cómo ha cambiado el mapa productivo. “Hay campos que eran indiscutidos; buenísimos porque tenían la napa cerca, y ahora justamente por eso tienen un mayor riesgo. Por eso se firman estos contratos más flexibles, que protegen a los dos partes”.
En Córdoba se trilla el 30% de la cosecha de soja argentina. Son unas 18 millones de toneladas y es la segunda provincia en producción detrás de Buenos Aires. Un informe de la Bolsa de Cereales cordobesa relevó el precio de los arrendamientos en las distintas zonas agrícolas y concluyó que esta campaña habrá un aumento del 8,5%.
El costo de un alquiler promedio será de 10,2 quintales por hectárea, contra 9,4 quintales que había sido la media de la campaña pasada. La cifra implica un aumento pero está por debajo de los ciclos 2011/12 (11,5 quintales por hectárea) y 2012/13 (10,5 quintales).
"Si se mide en dólares, el precio de los alquileres asciende 12,5%. Es decir, a 256 dólares por hectárea, debido a que las cotizaciones de los futuros a mayo 2018 se encuentran un 5% por sobre los valores que se registraron al momento de cosecha del presente año”, informaron desde la Bolsa cordobesa.
En los departamentos con los lotes más fértiles de la provincia, el costo del arrendamiento es más elevado. En Marcos Juárez, por ejemplo, la media es de 16,5 quintales por hectárea y en el departamento Unión de 13 quintales por hectárea. En cambio, en ambientes más difíciles como General Roca, en el extremo sur de la provincia, el promedio oscila en los 8,5 quintales por hectárea (también en Río Cuarto y en los departamentos del norte, como Río Seco y Tulumba).