13/02/2013

Afirman que quedan muy pocos granos para vender

 Dólares. Por Cristian Mira | LA NACION

La soja que el Gobierno cree que los productores están reteniendo en sus campos parece ser una mera ilusión, porque ya habría sido vendida. Eso es lo que afirman los agricultores que se dedican a analizar los números del agro. Según un trabajo del productor y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet, apenas quedan 1,58 millones de toneladas de la campaña 2011/12, lo que representa el 3,9% de la cosecha.

Ese bajo porcentaje de soja sin vender es lo que suele suceder en los primeros meses del año, cuando ya está sembrado el cultivo que se cosechará a partir de mayo. Roulet explica, basándose en los números del Ministerio de Agricultura, que el productor "habitualmente dejaba entre un 6 y un 8 por ciento de la soja sin vender de un año para otro". Este margen lo destinaba a la compra de insumos (herbicidas, fungicidas e insecticidas) para la protección de los cultivos de la siguiente campaña.

Sin embargo, el año pasado el porcentaje de soja que quedó sin vender fue menor que en los dos ciclos anteriores -un 3,9 por ciento, frente al 8,6% de 2010/11 y al 6% en el ciclo 2009/10-. El motivo principal es que la cosecha del año pasado fue muy mala (40 millones de toneladas) por la sequía. "Es imposible que el productor venda más tonelaje de lo que tiene, y sin duda la venta de 2013 va a ser menor que la de los años anteriores", explica Roulet.

Otro factor que influyó en la mayor venta de soja en la campaña pasada fue la caída de la cosecha de trigo, ya que habitualmente los productores vendían el cereal en diciembre y enero para afrontar parte de los costos de la cosecha gruesa. En la campaña 2012/13 se cosecharon 9,8 millones de toneladas, un volumen que se ubicó en el tercer lugar de los más bajos de las últimas 13 campañas.

"No es que el productor tenga en carpeta vender menos soja; simplemente no la tiene", afirma Roulet.



Además, de acuerdo con datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la industria oleaginosa declaró compras a los productores por un total de 38,38 millones de toneladas sobre un volumen total de 40 millones de toneladas. "¿Cómo pretende la AFIP que se comercialice la misma soja que los años anteriores?", se preguntó el ruralista.

ASAMBLEAS

El malestar de los productores agropecuarios con la política del Gobierno se expresará pasado mañana en Pehuajó, en una asamblea convocada por la Comisión de Enlace de Entidades Rurales (integrada por la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria, Confederaciones Rurales y Coninagro).

Hace un mes, la Comisión de Enlace descartó la convocatoria a una medida de fuerza como reclamaban los productores no alineados con las entidades, porque consideró que había que contribuir a la "paz social". Aunque lo creían poco probable, esperaban que hubiera un gesto por parte del Ministerio de Agricultura a una convocatoria al diálogo. Ante el silencio oficial, decidieron comenzar a organizar asambleas en diferentes localidades de la pampa húmeda.

El fin de semana pasado el clima de malestar se reflejó en la Fiesta Nacional de Trigo que se realizó en la localidad cordobesa de Leones. En ese encuentro, el presidente de la Rural, Luis Miguel Etchevehere, dijo que la política económica del Gobierno está diseñada por "cuatro iluminados, ricachones de Puerto Madero, cuyo principal problema es demostrar de dónde sacaron la plata".

El ruralista, además, instó a los productores a "conservar el poder adquisitivo del grano en un año que habrá más de 30 por ciento de inflación". Esta estrategia, según los analistas, entraña algunos riesgos, porque si se cumplen los pronósticos de una cosecha abundante de soja en Brasil y la Argentina (segundo y tercer productor mundial, respectivamente) los precios de la oleaginosa tendrán una tendencia bajista..