13/02/2014

Un juez defiende a Monsanto porque "hace 30 años" que él usa glifosato

Esa sustancia ni siquiera se menciona en la causa. Es uno de los inéditos argumentos del magistrado que firmó en disidencia el fallo que suspende las obras en Malvinas Argentinas. LA VOZ

El 9 de enero de 2014, la sala 2 de la Cámara del Trabajo de Córdoba suspendió las obras civiles de la planta de Monsanto hasta la aprobación del estudio de impacto ambiental. Dicho estudio fue rechazado por el Gobierno cordobés el lunes pasado.

En aquel fallo de hace un mes, dos de los tres magistrados se expresaron por darle la razón a los amparistas. Pero el tercero -Miguel Angel Azar- firmó en disidencia.

Lo sorprendente son algunos de los argumentos que utilizó, que motivaron una presentación de Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero, y Cintia Frencia, legisladora por el Frente de Izquierda, ante el Tribunal de Disciplina del Tribunal Superior de Justicia.

Entre otras curiosidades, Azar dedica varios párrafos a denostar a los dos jueces que votaron a favor del amparo, a quienes acusa de que "sin ninguna pericia técnica idónea que lo demuestre" llegan a una conclusión "falsa y carente de asidero legal".

"Mis pares ensayan una especie de 'per saltum' y se transforman en legisladores (concejales) para decir cómo se debió proceder", señala, en referencia a los argumentos de los otros camaristas. En otra parte llega a decir, de manera más genérica, que "quizás habría que utilizar un correctivo legal para responsabilizar a los magistrados que haciendo abuso de las cautelares distorsionan el derecho y con resoluciones infundadas producen daño económico a terceros con posturas alucinantes como las de autos".

Al mismo tiempo incorpora una extraña experiencia personal: una visita por su cuenta a la planta de Monsanto en Rojas, provincia de Buenos Aires, "(...) accediendo a una invitación pública que formula la firma Monsanto en los medios periodísticos". Señala que fue allí el 3 de enero "junto con un profesional de mi confianza especialista en semillas (...) y pude verificar que la misma es una planta modelo que no produce ningún daño ambiental".

No sólo no se explica quién es ese especialista, sino que agrega por su cuenta estos denominados "elementos de convicción" que no son pruebas incorporadas al proceso.

Además, señala que "familiarmente hace más de 30 años que utilizo el producto Roundup para combatir efectivamente las malezas, ello sin ninguna consecuencia física y/o orgánica a nivel personal".

Esto también resulta extraño, ya que en esta causa ni siquiera se menciona a esta sustancia -glifosato, cuyo nombre comercial es Roundup-, al no formar parte ni del producto ni del proceso que realizaría Monsanto en su planta de Malvinas Argentinas. Y no guarda relación con la materia de discusión, al margen de que su toxicidad depende de su utilización.

Azar llega incluso a añadir elementos de sospecha sobre los otros jueces al decir que "la mayoría del Tribunal tiene un objetivo similar al Club de Derecho (los amparistas), a los actores individuales y a las personas que están involucradas en el acampe en los alrededores de la obra, el cual es 'evitar la radicación de la planta de Monsanto en Malvinas Argenitnas'".

Este diario intentó contactarse por teléfono en tres ocasiones con el magistrado, sin éxito.