09/06/2015

Se ‘plancharon’ los arrendamientos y ahora los precios se negocian

Los dueños de los campos empiezan a aceptar rebajas ante las demoras en cerrar contratos y el arranque de la cosecha de trigo. También comparten más los riesgos

La baja rentabilidad del negocio agrícola tira abajo el precio de los arrendamientos. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, "el ajuste llegó finalmente al propietario arrendador del campo". Es que, luego de varios años en que los valores de los arrendamientos se mantuvieron al resguardo "por la fuerte presión demandante de campos", la situación está cambiando, aseguró la entidad.

Adicionalmente, los contratos se están cerrando a contrarreloj antes del inicio de la llamada cosecha fina (de trigo y cebada, por ejemplo) porque mientras no se hacen trabajos en las tierras las malezas se afirman y amenazan con propagarse y generar mayores costos.

De esta forma, "esta vez, la pulseada por el valor de los alquileres se inclina a favor de los arrendatarios", indicó la BCR. Si bien se trata de un ajuste cuya disminución no cambia la rentabilidad del negocio sustancialmente, "es un estímulo necesario para que no se retiren tantos productores arrendatarios", dijo la entidad. La mayoría de los casos están descendiendo entre 1 y 3 quintales por hectárea.

La modalidad de pago es otro gran tema de las negociaciones. Los campos de menor aptitud agrícola se están tratando de negociar a porcentaje, es decir que se paga sobre el resultado, y se comparten los riesgos. Las reducciones presentan también otras variantes, como por ejemplo, pagar la superficie que resulte efectivamente cosechable. Los campos con lagunas y con suelos complejos, en general se dejan de alquilar o se están negociando bajo el sistema de aparcería. También se nota, según la BCR, un movimiento de productores chicos que en este ciclo dejarán de cultivar sus tierras para ofrecer sus campos en alquiler. De todas formas, los mejores suelos son los que más defienden sus valores y más aún cuando "se trata de cuadros que están dentro del privilegiado radio de los 50 a 100 km a los puertos de Rosario".

En medio de este contexto, el trigo sigue perforando el piso de caída de área en dos puntos respecto a la semana pasada y llega al 27% en la región núcleo. En términos nacionales podría caer entre 7% y 10%. Otra mala señal es el lento avance de la siembra del trigo en la región núcleo: el año pasado, en la primera semana de junio, se llevaba sembrado un 50% de los lotes trigueros. Hoy es sólo el 22% y en una semana comienza a cerrarse la ventana óptima de siembra de los ciclos largos.

En paralelo, según la BCR "la próxima siembra de maíz se reduciría al nivel más bajo de los últimos diez años". Los planes de siembra se enfrentan así a la campaña más difícil para sostener la rotación con maíz.